3 de diciembre de 2014, 13:09
Pues sí. Este Cartagena-Cádiz ya huele a final. Con casi medio año aún por delante para llegar al mes de mayo y acabar la Liga el Cartagena se juega este domingo su primera carta importante ante un rival de la clase y la enjundia de los gaditanos.
Entre ambos equipos hay una distancia de cuatro puntos, favorable a los cadistas, 22 puntos en la clasificación por los 18 puntos que suma el Cartagena, que ocupa un discreto noveno puesto ¿Y qué quiere decir esto? Muy sencillo, que una victoria cartagenerista acercaría a un punto a los albinegros hasta uno de los máximos favoritos sino es el que más.
Lo contrario, es decir una derrota del Cartagena, dejaría a los de Ribas en una posición más que delicada, a siete puntos y desenganchado de los puestos de cabeza independientemente de posteriores reacciones que siempre irían a remolque y con las prisas ya sabidas. ¿Y qué pasaría con un nuevo empate? Pues nada, que dejaría las cosas como están para satisfacción de Claudio Barragán y los suyos y la desesperación cartagenerista empezando por sus propios seguidores.
Así es como se presenta la situación para este domingo y estas son las perspectivas grosso modo. Es evidente que desde el ángulo blanquinegro solamente se contempla la victoria pero resulta obvio que en el Cádiz se piensa justamente todo lo contrario. Por lo tanto, las espadas están en todo lo alto.
Pero en todo esto falta por conocer la respuesta de la afición. Es jornada económica y hay que rascarse el bolsillo, una medida que suele ser impopular como ya se ha visto en otras ocasiones. La hora tampoco parece la mejor a tenor de los últimos partidos que se han disputado a esa hora. Y de Cádiz se espera que vengan aficionados, sin concretar a estas alturas si serán los de otras veces o bajará el número. Pero en la grada se va a dirimir otra batalla importante. Y esta si que, necesariamente, la tiene que ganar el Cartagena.
