Recordemos que Antolín Méndez Martínez, a lo largo de su vida, ha sido un eterno defensor de su Efesé del alma ya que sus orígenes se remontan al El Almarjal, en el que era un asiduo de la década de los años 50, 60, 70, 80, 90 y todo lo que va de siglo XXI. Su ayuda y su participación llegaría a ser clave en todo momento con el club de sus amores; llegó a ver todas las promociones famosas como la del Badalona, Hércules, Logroñés, Osasuna, el famoso Cordobazo, y así hasta nuestros días.
Su marcha dejará un hueco imposible de rellenar, por lo quena persona que siempre ha sido, unido a su cartagenerismo más exacerbado. Un gran tipo de los que tendrían que existir en cualquier club.
Nuestro más cariñoso homenaje, especialmente a su hijo Antolin, al que le enviamos unfuert abrazo de cuantos hacemos posible este diario digital, con el que también colaboró durante mucho tiempo. Su cuerpo ha sido depositado en el cementerio de San Isidro, muy cerca del paraje de La Magdalena, en pleno campo de Cartagena.