El Cartagena se da un baño de goles y gusta ante un Olímpico que hizo lo que pudo (0-7)

Todo sigue el curso natural de los acontecimientos. El equipo ofrece una mejor imagen, más fresca y, sobre todo, más goleadora que anteriores envites. La mejor noticia no es el resultado, puesto que el rival tampoco es el adecuado para sacar conclusiones fehacientes, sino la planta y los movimientos con los que se desenvuelven dentro del campo. El equipo se muestra más cómodo, más fluido, más hecho. La obra de ingeniería de PL va tomando forma y siendo reconocible. Desde luego, buenas noticias para un proyecto tan nuevo como es el de este Cartagena 2011/12.

El equipo salió en una primera parte deslumbrante. Teniendo como vara de medir los anteriores dos amistosos diputados hasta la fecha, tanto el once inicial, como la manera de desenvolverse sobre el terreno de juego, nos mostraban un Cartagena más serio, más agresivo y mucho más directo, en clara progresión con respecto a su primera prueba y mostrando un traje que, muy probablemente, será bastante parecido a lo que podamos ver allá por el 21 de agosto contra el Depor.

Poco a poco, se van dejando ver trazas de lo que puede llegar a ser, tácticamente, este equipo confeccionado por PL. Toque sí, pero más directo y agresivo, con la portería como único objetivo, y escogiendo siempre el camino más directo: las bandas, paradójicamente. El juego por la línea de cal será un pilar importante este año. Y esa agresividad también se deja notar a la hora de defender, donde la presión en campo contrario se hizo continua y asfixiante para un Olímpico de Totana que apenas disfrutó de posesión, ni opuso demasiada resistencia. Se dedicaron a perseguir a perseguir sombras.

Y los goles fueron cayendo poco a poco, como consecuencia inexorable del dominio albinegro. El primero, de Dimas, que remató de tacón uno de tantos centros de Toni Moral. El segundo, un certero remate de cabeza de Mariano. Collantes, de fuerte disparo desde fuera del área, hacía el tercero y Álvaro Antón redondeaba la primera mitad con un gol de falta. Eso sí, prácticamente se lo podriamos dar al portero del Olímpico, que no colocó bien la barrera y, seguramente, pudo hacer más para detener el balón. Con ese tanteador se llegó al descanso.

En la segunda mitad cambiaron las caras, pero no la tónica de un partido que no tuvo color. Mientras el Cartagena se seguía divirtiendo con la pelota, el Olímpico seguía encajonado en su campo. Y como el cántaro iba a la fuente con demasiada frecuencia, los goles siguieron cayendo uno tras otro. Hemos pasado de la sequía goleadora a la riada inundadora. Maldonado hizo el quinto con un fuerte disparo desde la frontal. El sexto llegó tras una falta ensayada que bota Lafuente y en la que 'Matador' Chamorro dispara. Tras rebotar en Úbeda, defensa local, el balón se alojó dentro de las mallas. Cerró la cuenta goleadora el canterano Dani Gómez, quien protegió el balón dentro del área y batió al portero por bajo.

Un párrafo aparte se merece el bueno de Asier Goiría, quien continúa con el 'mal de ojo' de la pasada campaña. A pesar de que sus movimientos son 'académicamente' buenos (como muestra, un reverso desde fuera del área con el que consiguió sacar un disparo a la cepa del poste), parece que tiene un imán que repele la pelota. Tuvo una oportunidad con un penalti que provocó él mismo, pero acabó estrellando el balón en el poste. La maldición le sigue persiguiendo.

Está claro que todavía quedan muchas cosas por ajustar, muchos parámetros y muchos jugadores por mejorar, pero lo que se deja ver tiene buena pinta. Muchas ganas de poder ver al equipo contra un rival superior. De momento, y como dirían en el cole, progresa adecuadamente