El Cartagena pierde un derbi polémico ante un Murcia invicto que se lleva el triangular (1-0)

El ambiente era el propicio para otra cosa. En un evento benéfico, en la pretemporada, y con dos equipos que se preparan para todo esta campaña. Pero la rivalidad pudo por encima de otras cosas y, si encima el árbitro lo que hace es avivarla en vez de cortarla, apaga y vámonos. Porque sí, el principal protagonista de este primer derbi fue el colegiado, permisivo para unos y castigador para otros. El Cartagena enseguida se llenó de amarillas, y desde que Josemi fue expulsado de una manera más que discutible, se destapó la caja de los truenos. Los últimos cinco minutos, con una extraña expulsión a Maldonado, fueron seguramente esperpénticos, ante la mirada de un trencilla de gatillo fácil.

Pero todo tiene un inicio, y este fue como el de dos púgiles que estaban deseando verse las caras desde hace bastante tiempo. La alineación que presentaba PL era algo extraña, sobre todo de medio campo hacia delante. La ausencia de gente como Antón, Chamorro o Collantes chirriaba ante un Murcia que sí que ponía toda la carne en el asador. Después de unos quince minutos de cierto dominio albinegro, con buenas jugadas entre Marc Fernández y Bolado, éste se fue apagando y el Murcia se empezó a encontrar mucho más a gusto parapetado atrás y soltando contras.

Ya el ambiente se empezó a enrarecer con ciertos piques entre jugadores, como el de Dimas y Sutil. El jugador grana fue el que más peligro llevó por parte del Murcia, pero también era de los que iba más revolucionados. Sin embargo, las tarjetas comenzaban a caer para el Cartagena, lo que emponzoñaba más la situación y crispaba los ánimos.

En un despiste de la defensa, Chando se encontró solo ante Reina para hacer el 0-1. Desde ese momento, la ansiedad pudo con un Cartagena que no se encontraba fluido entre líneas, que no veía claro el camino hacia el gol. Luego vino el show de Sánchez Martínez: dos expulsiones en cinco minutos.

La primera, discutible, a Josemi tras un salto de cabeza en el que el árbitro vio codazo y agresión, por lo tanto, roja. Después, en una jugada en la que Maldonado avanzaba por la banda y fue trabado por Molinero, el colegiado decretó saque de puerta en vez de falta favorable al albinegro, crispando al propio Tati. Por las protestas, y ante la anterior amarilla, el gaditano fue expulsado. También PL, que protestaba desde la banda esos cinco minutos de protagonismo innecesario. Se terminó el derbi de máxima rivalidad con todo el estadio gritando unánimemente en contra de la actuación arbitral.

Pero todo esto no se quedaría ahí. Luego, Cartagena y Lorca tuvieron que esperar a que los árbitros salieran del vestuario para dar inicio al último partido. Inicio que se demoró más cuando, de nuevo el colegiado, dijo que no quería ver a PL sentado otra vez en el banquillo, lo que motivó la queja generalizada del todo el conjunto albinegro. Varios minutos de show arbitral que terminaron con el entrenador albinegro sentado en el palco.

LORCA-CARTAGENA DE PURO TRÁMITE

El último encuentro sobró de todo punto. Desprovisto de cualquier emoción – porque el Murcia ya se había adjudicado el trofeo con las dos victorias – y con los cartageneristas aún sumidos en el desquiciamiento propiciado por el árbitro, ninguno de los dos fue capaz de hacer un gol, y sólo los penaltis decidieron el segundo clasificado, que terminó siendo el Cartagena. En este partido, destacar a Ander Lafuente que se mostró más participativo que nadie.

Poco más que rascar. En una de las esperadas pruebas de fuego para el Cartagena esta pretemporada, todo se fue al garete por la tensión que había en el ambiente. Una cosa queda clara, visto lo visto, muy probablemente este será sólo el inicio de unos derbis que nos esperan muy entretenidos.