19 de mayo de 2012, 21:18
Sólo Insúa, un jugador de origen vasco que fue fichado por el Cartagena de Andrés Martínez en la década de los años 80 para reforzarlo, supera lo que le ocurrió a Héctor Font en Huesca, quien apenas cuatro minutos después de saltar al césped, fue expulsado.
Aquel Insúa saltó al césped de la Nova Creu Alta de Sabadell en sustitución de un compañero. Y en la primera jugada que intervino vio la tarjeta roja directa por lo que apenas estuvo un minuto en el campo. Fue visto y no visto y ya nunca más volvió a jugar en el Cartagena por lo que pasó a la historia por aquel triste récord.
Pero es que, lo de Héctor Font, fue de nota. Apenas salir vio una tarjeta amarilla con un minuto escaso sobre el césped. Y a continuación, en la siguiente jugada, veía una segunda con lo que el colegiado no tuvo más remedio que expulsarle. A partir de ahí el Cartagena se quedó con un futbolista menos durante más de media hora que quedaría hasta el final.
El bagaje de Héctor Font en el cartagena, como la mayoría de sus compañeros, ha sido más bien flojo. Por unos o por otros motivos apenas ha jugado o lo ha hecho poco. y encima, este curioso récord: apenas cuatro minutos sobre el césped para ver dos tarjetas amarillas y la consiguiente roja. Desdicha tras desdicha.
Aquel Insúa saltó al césped de la Nova Creu Alta de Sabadell en sustitución de un compañero. Y en la primera jugada que intervino vio la tarjeta roja directa por lo que apenas estuvo un minuto en el campo. Fue visto y no visto y ya nunca más volvió a jugar en el Cartagena por lo que pasó a la historia por aquel triste récord.
Pero es que, lo de Héctor Font, fue de nota. Apenas salir vio una tarjeta amarilla con un minuto escaso sobre el césped. Y a continuación, en la siguiente jugada, veía una segunda con lo que el colegiado no tuvo más remedio que expulsarle. A partir de ahí el Cartagena se quedó con un futbolista menos durante más de media hora que quedaría hasta el final.
El bagaje de Héctor Font en el cartagena, como la mayoría de sus compañeros, ha sido más bien flojo. Por unos o por otros motivos apenas ha jugado o lo ha hecho poco. y encima, este curioso récord: apenas cuatro minutos sobre el césped para ver dos tarjetas amarillas y la consiguiente roja. Desdicha tras desdicha.
