5 de octubre de 2012, 2:32
Raimondi cayó lesionado en el partido ante el Lucena y desde entonces trata de recuperarse, cuestión que ya parece posible por lo que este domingo quedará a expensas de lo que Pato dicte para convocarle o no ante el San Roque.
El uruguayo ha llegado a estar en peligro de tener que pasar por el quirófano al temerse problemas de menisco. Pero el jugador pudo evitarlo gracias a un producto con el que deberá tratarse sus rodillas afectadas durante toda la temporada. No es la primera vez que le ocurre.
El Cartagena, por su parte, llega de nuevo a un partido liguero, y ya van siete jornadas consecutivas, después de protagonizar un apabullante arranque de temporada - el mejor de su historia en categoría nacional- en el que sólo conoce la victoria. El conjunto cartagenero es, desde que perdió el Alavés, el único de los ochenta y un equipos que militan en Segunda B que no ha cedido un sólo punto.
No hace falta recordar que el equipo lleva acumulados 491 minutos, cinco partidos completos y casi la mitad de otro, sin encajar un gol. Además, los de Pato son el tercer conjunto más goleador del grupo con 10 tantos, y el segundo que menos ha recibido con sólo dos goles en contra.
Se da la circunstancia de que el meta René Román disputó el primer partido de la Liga, en el que encajó esos dos goles, pero después tuvo que abandonar el club por decisión del cuerpo técnico y Víctor Ibáñez, su sustituto en la titularidad, no sabe todavía lo que es recoger el balón del fondo de su marco.
Pato tiene hoy disponibles a su pareja de atacantes de lujo, Perona-Florian, y recupera a Antonio Cañadas y Rueda para el once inicial tras ser bajas por lesión la semana pasada.
Los que se quedaron fuera de la convocatoria por lesión en La Línea fueron, precisamente, el delantero uruguayo Nicolás Raimondi, con sus problemas en las rodillas, y el capitán, Mariano Sánchez, que ya está prácticamente al cien por cien tras estar parado desde principios de agosto por problemas musculares. Molina, Cristiano, Campins, Dani y Sergio fueron los sacrificados por decisión técnica en la última jornada.
