La efectividad del Real Valladolid en Zorrilla ha llevado al equipo vallisoletano a alcanzar la segunda plaza de la clasificación y, por lo tanto, a ocupar uno de los dos puestos que dan derecho a ascender a Primera de manera automática. Ahora bien, para mantenerse y afianzarse en esos lugares de honor tiene el reto de romper su racha de tres meses a domicilio sin ganar
Con sólo una victoria, y también una derrota, lejos de su estadio, los vallisoletanos aspiran este sábado (18.00 horas) a romper su racha en el campo del Cartagena, uno de los equipos que están luchando por evitar el descenso de categoría; algo que, si nos atenemos a la última experiencia en Huesca, en Valladolid suena más una amenaza que un beneficio.
Por si esto fuera poco, Miroslav Djukic ha perdido para este encuentro a dos de sus hombres fundamentales, Nafti y Nauzet Alemán, que unido a la ausencia ya conocida de Javi Guerra obligará al técnico a meditar seriamente la forma de jugar de su equipo.
Al menos, aseguran en Valladolid, todos los sustitutos que están entrando desde el banquillo están ofreciendo un buen rendimiento, como demostró Manucho ante el Villarreal B, y Álvaro Rubio y Marquitos cuentan con argumentos suficientes como para que el nivel del grupo no se resienta.
Vallisoletanos y cartageneros sólo se han enfrentado en una oportunidad en el terreno de juego del estadio Cartagonova, la pasada temporada, y el empate a uno final no sería sino repetir la tónica que mantiene el cuadro castellano este año, en el que es el ‘rey del empate’ de los visitantes, con cinco ‘equis’ en los siete partidos que ha jugado a domicilio.
Ante tantas papeletas para el empate, el Real Valladolid apela a su histórico color rosa y a las buenas intenciones que transmite su camiseta, a favor de la lucha contra el cáncer de mama, para acabar con un maleficio que acumula tres meses sin ganar fuera de Zorrilla y permitir que un triunfo le lleve a afianzarse en el segundo puesto de la tabla.
Ahí está el reto del Cartagena, no sólo impedírselo sino ganarle a los pucelanos para que el color rosa sea positivo para los albinegros.
