El gol de la victoria del UCAM en el Gómez Meseguer llegó en el tiempo de prolongación: 2-3 y fue una jugada de mala suerte combinada con los muchos nervios que, en esos momentos, ya atenazaban a los jugadores blanquinegros, que se veían con el ascenso en el bolsillo. Fue todo un mazazo. Un auténtico jarro de agua fría que enmudeció a los más de 400 espectadores que asistían al partido, algunos incluso con el champán a punto de descorcharse.
Al descanso se llegó con 0-0 en el marcador pero las premoniciones no fueron demasiado buenas ya que a los 2 minutos el UCAM Murcia fallaría un penalti con que fue castigado el Cartagena Dolorense de forma muy rigurosa. El 0-1 llegaría antes de llegar al ecuador del segundo tiempo y puso a los cartageneristas como un flan, después empató Ballesta y más adelante Agüera en remate de cabeza estableció el 2-1, pero surgió la remontada del cuadro visitante que tras el 2-2, que fue todo un golazo, hizo el 2-3 en el tiempo de descuento.
Aún así hubo una jugada final que pudo haber significado el empate pero los nervios no dejaron al jugador cartagenerista rematar con el acierto necesario y acabó siendo la última jugada del partido ante la algarabía un tanto inexplicable de los jugadores murcianos ya que ellos, precisamente, no se jugaban nada en el envite. La actitud del entrenador visitante también fue repudiada por una parte de los espectadores presentes.
Al Dolorense Cartagena le fue expulsado el internacional Juan Antonio Ros de una forma inexplicable, al menos para la inmensa mayoría de los espectadores. Con esta importante baja tendrán que jugar este domingo en el decisivo partido de Cabezo de Torres..
El equipo albinegro acaba la Liga ante el Cabezo de Torres, la próxima jornada, y el empate le sirve para conseguir el ascenso que esta tarde se le negó. Paco Pedreño, entrenador de los chavales, tendrá que trabajar durante toda la semana para recuperar la fe en un ascenso que sigue siendo posible.