Tras el traumático descenso de la pasada campaña, en la que el club cartagenero estuvo a un paso de mantener la categoría, se reformó el plantel casi en su totalidad con jugadores procedentes de la cantera y con la continuidad de Luis Buendía Castellano como entrenador, el fichaje de Andrés Martínez como delegado y la presencia de José Antonio González Paredes como delegado de campo. La apuesta, pese a ser ambiciosa y complicada, era clara: devolver al ‘Medi’ a Liga Nacional.
Con un trabajo constante, arduo e intenso, el Mediterráneo arrancaba la nueva campaña cargado de ilusiones pero con un duro camino por recorrer. Con el transcurso de las jornadas, el equipo cartagenero fue sumando sus partidos por victorias y empates hasta llegar al encuentro del pasado fin de semana en el que tuvo como rival a la AD La Unión, conjunto que llegaba clasificado en segunda posición y que también apuraba sus opciones de ascenso.
Tal y como se esperaba, el envite resultó de lo más igualado. Más de cuatrocientas personas se dieron cita en las gradas del Municipal Mediterráneo y fue poco antes del descanso cuando el delantero local José Ramón Rosales deshacía la igualada con un gol que ponía por delante a los locales. Quedaba toda la segunda parte por jugar y el Mediterráneo acariciaba el ascenso. Las ocasiones se sucedieron para ambos conjuntos, pero en una magnífica jugada colectiva de los locales, otra vez Rosales (minuto 73) batía de nuevo al meta visitante para llevar la alegría a las gradas. Era el 2-0 y al ‘Medi’ solo le separaban minutos para celebrar el ascenso a Liga Nacional.
José Ramón Rosales marcó los dos goles del equipo cartagenero, el cual regresa a una categoría que perdió la pasada campaña
Sin embargo, y pese a que el encuentro resultó del todo deportivo, en el último minuto de juego se produjo una acción tan desagradable como inesperada por parte de un futbolista unionense, quien agredió de manera desmesurada con un cabezazo en la cara a un jugador local cayendo este desplomado al suelo con abundante sangre en el rostro. En ese instante, se produjo una tangana entre futbolistas de ambos equipos, que fortuna no llegó a mayores gracias a las intervenciones tanto de directivos y técnicos locales como responsables de la AD La Unión. Aún así, y ante la posibilidad de que se produjeran graves altercados, fue necesaria la presencia de varias patrullas de la Policía Nacional para calmar los ánimos y desalojar la repleta grada del Estadio.
Pese a este incidente, y una vez que el encuentro ya estaba finalizado, el CD Mediterráneo sumaba la victoria que tan justamente había merecido para conseguir el título de campeón sin haber perdido partido alguno a falta de tres jornadas para el término de la Liga, y el merecido ascenso a Liga Nacional.
