9 de diciembre de 2009, 1:00
La E.F. Esperanza ganó el encuentro por 2-0 y lo que nadie se podía esperar era que unos y otros, fuera del terreno de juego, se enzarzasen en peleas lo que llevó a que fuesen llamados con urgencia los agentes de la Policía Local y de la Policía Nacional. La intervención policial resolvió el problema y probablemente evitó males mayores.
La raíz del incidente surgió cuando el portero esperancista hizo un gesto que supuestamente no agradó a los espectadores ciezanos. A partir de ahí comenzaron las discusiones entre el público, de Cartagena y de Cieza, personas de ambos sexos, en mayoría mujeres, familiares de jugadores en algunos casos, que llegaron a las manos.
Alrededor de diez espectadores se vieron implicados en esta pelea en la que estuvieron al margen los jugadores de los dos equipos. Todo sucedió en el último tramo del partido.
La raíz del incidente surgió cuando el portero esperancista hizo un gesto que supuestamente no agradó a los espectadores ciezanos. A partir de ahí comenzaron las discusiones entre el público, de Cartagena y de Cieza, personas de ambos sexos, en mayoría mujeres, familiares de jugadores en algunos casos, que llegaron a las manos.
Alrededor de diez espectadores se vieron implicados en esta pelea en la que estuvieron al margen los jugadores de los dos equipos. Todo sucedió en el último tramo del partido.