17 de febrero de 2013, 0:47
Siete equipos, más de un centenar de alumnos del colegio La Inmaculada-Franciscanos de Cartagena, se han encontrado de la noche a la mañana, en un abrir y cerrar de ojos, con un flamante terreno de césped artificial prácticamente a estrenar. Gracias a la buena predisposición de los dirigentes de la Escuela de Fútbol de Santa Ana han podido encontrar acomodo en estas instalaciones que, con el nuevo césped artificial, parecen otras bien distintas.
Todos los equipos de fútbol de Franciscanos han jugado durante los últimos años en las instalaciones del Mundial 82, lugar en el que entonces concejal de Deportes, Alonso Gómez López, les buscó acomodo al no disponer en su recinto de un campo de fútbol como tal. Y así, con la gentileza año tras año de la EF San Ginés, se han ido apañando en los últimos años.
Pero los equipos crecen. Y los problemas también. El Mundial 82 se encuentra muy deteriorado, cuando llueve se queda impracticable y los equipos del San Ginés de por sí ya son lo suficientemente numerosos como para añadirle otros siete durante los fines de semana, que convertía en un problema mayúsculo tener que cuadrar los horarios de los numerosos encuentros de ambos clubes.
Ante tal masificación surgió la idea. ¿Hay posibilidades en Santa Ana? Se habló, se estudió y se encontraron soluciones gracias a la excelente predisposición de los dirigentes de Santa Ana con los responsables deportivos del colegio. Se estableció un plan casi secreto que muy pocos conocían y, una vez que se instaló el césped artificial y se establecían pautas, se dio a conocer este acuerdo que ya es efectivo.
Este fin de semana los más ‘peques’ de Franciscanos han disfrutado de lo lindo. Han pasado de la tierra y el polvo al césped más sofisticado. Algunos ni se lo creían todavía y para muchos era un día más feliz, si cabe, que estrenar las botas de turno de Messi ó Cristiano.
No es para menos. Santa Ana, y no la santa precisamente sino la Escuela de Fútbol, han hecho posible el ‘milagro’ de que los jóvenes futbolistas de Franciscanos dispongan de un campo de juego ‘cinco estrellas’ para jugar y de la noche a la mañana.
