25 de marzo de 2010, 1:00
Víctor Fernández, uno de los futbolistas más emblemáticos y que más tirón tiene entre los aficionados, los más grandes y los más chicos también, ha compartido casi hora y media con una gran parte de la gente joven del Club Estay, en Cartagena. Más de una treintena de gente menuda han bombardeado al jugador con todo tipo de preguntas aunque la del millón, si el Cartagena acabará subiendo a Primera División, el jugador ha sabido responderla a bote pronto, con un disparo directo a la escuadra. “Yo creo que acabaremos ascendiendo a Primera” terminaba diciendo no sin antes dejar claro que será difícil y que el equipo albinegro tiene jugadores de sobra para conseguir el ascenso.
El delantero, que no jugará este domingo ante el Elche por acumulación de tarjetas, habló de su pasado madridista, cinco años de su primera juventud para marcharse al Tenerife y de allí recalar en el Villarreal que pagó entonces el traspaso más caro en la historia del fútbol español, 9 millones de euros para el Valladolid. Algunos chavales se quedaron con la boca abierta.
Víctor habló de sus compañeros, de lo bien que funciona el vestuario, que se decidió a jugar en el Cartagena buscando la diversión que ahora tiene, contó sus anécdotas, lo que sus hijas le piden que le haga cuando marca algún gol, historias en definitiva de un veterano que sigue siendo un niño grande y que dejó su impronta y su personalidad. Una buena tarde que la gente menuda supo agradecerle con afecto.
El delantero, que no jugará este domingo ante el Elche por acumulación de tarjetas, habló de su pasado madridista, cinco años de su primera juventud para marcharse al Tenerife y de allí recalar en el Villarreal que pagó entonces el traspaso más caro en la historia del fútbol español, 9 millones de euros para el Valladolid. Algunos chavales se quedaron con la boca abierta.
Víctor habló de sus compañeros, de lo bien que funciona el vestuario, que se decidió a jugar en el Cartagena buscando la diversión que ahora tiene, contó sus anécdotas, lo que sus hijas le piden que le haga cuando marca algún gol, historias en definitiva de un veterano que sigue siendo un niño grande y que dejó su impronta y su personalidad. Una buena tarde que la gente menuda supo agradecerle con afecto.
