Hoy por hoy, la seriedad, el trabajo y la labor de Miguel Ángel Jiménez están fuera de toda duda. Es un tipo cercano, muy cartagenero. Muchas de las cosas que hace son un canto a su ciudad. Decidió entrar en el club cartagenero con todas las fuerzas del mundo y desde que lo hizo ha sido capaz de darle la vuelta a la tortilla. Ha conseguido el respaldo municipal y el de la afición, ha fichado a muchos de los mejores futbolistas que existen en el mercado; se trajo a Duda desde Italia buscando una revitalización completa en la plantilla, ha cambiado y reforzado el organigrama del club dotándole de una infraestructura que crece cada día. Pero los resultados no terminan de acompañarle.
Decíamos este domingo nada más acabar el partido en Valdepeñas que pocas veces el fútbol sala ha sido tan cruel con el Jimbee Cartagna como ocurrió en el pabellón ‘Virgen de la Cabeza’ valdepeñero. Y es verdad. El Jimbee jugó bien de verdad y mereció ganar pero ¡ay¡ le sobraron 18 segundos para haber conseguido el billete que lo tenía prácticamente en la mano pero un detalle cambió el curso del partido y de la historia.
Los otros días el máximo responsable del Jimbee pedía más apoyo de la afición: "Si una ciudad como Cartagena, con 200.000 habitantes, con una tradición de fútbol sala importante y en un partido de playoff metemos 700-800 personas, se me queda corto, no es lo que yo esperaba, podemos decir que los horarios no son buenos, pero si una ciudad quiere un equipo top la afición tiene que responder". Y no le faltaba ni pizca de razón; el esfuerzo que está realizando por mantener al Jimbee a un nivel considerable es impagable
El empresario cartagenero ha querido trasladar los valores de su empresa a los del deporte. Totalmente involucrado con su ciudad, a través de su empresa, Jiménez da cobertura y apoyo a numerosos proyectos deportivos: Atletismo, triatlón, fútbol, carreras de montaña…Aunque cabe destacar que su apuesta más importante ha sido por el fútbol sala. Miguel Ángel Jiménez Bosque cogió las riendas del Club cartagenero en la temporada 18/19 y desde entonces sus desvelos se multiplican con el paso de los días.
En la pasada campaña, Jimbee Cartagena demostró ser uno de los equipos más formidables en la Mejor Liga del Mundo, firmando una gran primera vuelta en Liga e, incluso, logró ser el campeón de invierno. Los cartageneros alcanzaron las semifinales de la Copa de España, los octavos de Final en la Copa del Rey y, en la disputa del playoff por el título liguero, cayeron derrotados en los Cuartos de Final frente al Levante UD., situación que se ha vuelto a repetir ahora contra el Valdepeñas Con una plantilla muy competitiva, el cuadro melonero trabaja para disfrutar de objetivos más ambiciosos en la Temporada 2021/22 aunque lamentablemente no lo ha conseguido y tenga que esperar una campaña más para recoger sus frutos.
Uno de los cambios más relevantes que se han producido en Jimbee Cartagena ha sido el de la transformación de su organigrama interno. Duda, entrenador del equipo, asumirá en esta nueva temporada las competencias deportivas, organizativas y técnicas del club como manager general. En el apartado de bajas, Fernández, Bartolomé, Waltinho, Franklin y Avellino han dejado la elástica rojiblanca.
En cuanto a las incorporaciones, el club se reforzó con el habilidoso Javi Mínguez, el ala-cierre brasileño Guilherme Meira, que cuenta entre sus atributos con una gran organización del juego, el joven ala Motta (procedente de la liga italiana) y con el experimentado pívot Simi Saiotti para sumar más pólvora en ataque. Pero las lesiones hicieron mella. Y ahora los detalles, mala suerte para privar al equipo cartagenero de seguir luchando por el título de Liga.
Miguel Ángel sabe, como buen agrónomo que hay que echarle paciencia para que la tierra de sus frutos. Él mejor que nadie lo sabe. Visto lo visto después de estos cuatro años que la tierra en donde se labra sigue sin dar los frutos apetecidos lo único que podemos decir es que, más pronto que tarde, Miguel Ángel Jiménez Bosque acabará logrando esos títulos que con tanta ilusión persigue. Que no decaiga.
