21 de septiembre de 2009, 2:00
Antonio Mínguez inició el partido Reale-Lobelle con un buen disgusto encima, que lejos de ocultarlo lo exteriorizaba a base de bien ante varios testigos, entre ellos este diario digital.
El dirigente cartagenero se quejaba abiertamente que las instalaciones del pabellon Central se encontraban abiertas cuando llegó el equipo, también afirmaba que los vestuarios estaban ocupados por los usuarios diarios, que tampoco le habían permitido aparcar en la pista de fuera y que incluso la sala de musculación y la sala vip’s de los partidos estaban sin preparar.
“Hasta las taquillas se encuentran con un dedo de polvo, no me lo explico” decía el dirigente cartagenero.
Mínguez también lamenta que “la sala musculación estuviese abierta y la sala vip cerrada, las taquillas con un dedo de polvo, parece que somos el culo del mundo. Dan ganas de coger e irse”, decía en la puerta del Pabellón Central minutos antes de que comenzará el partido”
El dirigente cartagenero se quejaba abiertamente que las instalaciones del pabellon Central se encontraban abiertas cuando llegó el equipo, también afirmaba que los vestuarios estaban ocupados por los usuarios diarios, que tampoco le habían permitido aparcar en la pista de fuera y que incluso la sala de musculación y la sala vip’s de los partidos estaban sin preparar.
“Hasta las taquillas se encuentran con un dedo de polvo, no me lo explico” decía el dirigente cartagenero.
Mínguez también lamenta que “la sala musculación estuviese abierta y la sala vip cerrada, las taquillas con un dedo de polvo, parece que somos el culo del mundo. Dan ganas de coger e irse”, decía en la puerta del Pabellón Central minutos antes de que comenzará el partido”
