6 de diciembre de 2014, 2:18
Las gradas del viejo Pabellón Central no se llenaron pero le faltaron muy poco porque, salvo la grada del acceso sur el resto del recinto se encontraba prácticamente lleno.
El público acudió, animado sin duda alguna por lo económico de las entradas para los no abonados, sólo 1 euro. Esa cuestión, unido al nombre del rival aunque fuese el equipo filial, llevó hasta la calle Wssel de Guimbarda a más público en los últimos años.
Y fue una pena, la verdad, la oportunidad que desaprovecharon los hombres que dirige Guillamón de meterse a ese público en el bolsillo, unas veces por falta de suerte, otras por el poco acierto pero las más por la calidad sin duda de muchos de los jugadores murcianos, con un gran futuro por delante.
Para los cartageneros la parte positiva fue la vuelta de la afición y la presencia de mucha gente joven.
