Sin embargo, este grupo de jóvenes no cesa en su empeño de dar impulso a este deporte y cada semana buscan un terreno de juego y un balón ovoide, se calzan sus cascos y corazas y se disponen para, al menos, pasar un buen rato practicando este duro deporte de equipo y de contacto.
Desde su fundación en julio 2007, este equipo de fútbol americano, los Bulls de Cartagena, vienen reuniendo gente para llegar a completar una plantilla competente e inscribirse en la liga regional de Murcia. Un pequeño campeonato en el que participan los Cehegin Wolves y los Murcia Cobras. Los Bulls de Cartagena serían el tercer equipo de esta competición y podrían, por qué no, algún día llegar a ganarla o a conseguir, como mínimo, un buen puesto que les diera el prestigio que por esfuerzo y dedicación se merecen.
Pero por otro lado aún les queda un largo camino por recorrer que pasa por la captación de patrocinadores para poder sufragar las tasas del campeonato y las fichas federativas y por la acumulación de plantilla que por el momento anda un poco corta. Cada equipo debe constar con un mínimo exigible de 15 jugadores, para el equipo de defensa y para el de ataque.
Aunque en un equipo profesional puede haber hasta cuarenta jugadores distribuidos en ataque y defensa y equipos especiales como el de Field Goal, el de Kick Off o el de Retorno.
Ramón Díaz García, su actual presidente en funciones y entrenador, ha comentado la ilusión con la que se compromete el equipo día a día, "entrenamos en el campo de fútbol de La Esperanza y, aunque es de tierra y en ocasiones nos hacemos daño, nos preparamos duramente para cuando llegue el momento, dar la cara en la competición".
Por el momento son poco conocidos y hay mucha gente que, pudiendo ser candidatos, no forma parte del equipo por no saber cómo acceder a ellos, "en este equipo hace falta gente de todo tipo así que el que quiera probar solo se tiene que poner en contacto con nosotros enviándonos un correo a [email protected] o en nuestro blog" comenta Ramón.
Tras un buen calentamiento y su serie de estiramientos los jugadores se colocan sus corazas y luchan en el campo como verdaderos toros de lidia. De momento sólo juegan partidos amistosos entre ellos mismos, pero a pesar de esto, todos se entregan al 100% en el campo. El resultado de este compromiso es que cada entrenamiento se convierte en un espectacular partido de fútbol americano que, con sus virtudes y flaquezas, es cuanto menos, digno de admirar y de disfrutar.
