2 de diciembre de 2014, 9:22
El ciclista de Torre Pacheco, Pedro José Vera Alcaraz, que milita en el Club Ciclista Roldán, resultó vencedor del XIV memorial Antonio Fernández Escudero "el capellán” celebrado el domingo por las calles de San Pedro del Pinatar. Vera impuso su punta de velocidad al sprint al superar en la línea de meta Pedro José López del Mobel Monforte del Cid y a José Diego Jara de Los Alcázares. Los tres primeros de la general realizaron un tiempo de 1 hora 31 minutos y 4 segundos en realizar el recorrido de la prueba (a una media de 43,680 kilómetros a la hora).
A las diez y media de la mañana, con una pertinaz lluvia que no cesó durante toda la jornada, tuvo lugar el corte de cinta de la carrera que contó con la presencia de las autoridades municipales y deportivas, encabezadas por la alcaldesa de San Pedro del Pinatar, Visitación Martínez Martínez, acompañados por los ciclistas profesionales Luis León Sánchez Gil y Rubén Fernández Andújar.
En total fueron 155 ciclistas los que tomaron la salida en representación de una decena de equipos de la Región de Murcia y de la Comunidad Valencia.
Al paso de la tercera vuelta por la línea de meta, se disputó la única meta volante de la jornada que tuvo como vencedor a Juan José Alarcón.
El acto de entrega de trofeos tuvo lugar en el interior del Ayuntamiento de San Pedro del Pinatar (como consecuencia de la lluvia) y contó con la presencia de Pedro Luis Vera (concejal de deportes); Francisca Pelegrín (responsable del área de servicios sociales); Fina Sáez (viuda de Antonio Fernández "el capellán”) y Juan García, José Antonio Pardo y Demetrio Pedreño en representación del Club Ciclista Pinatar. Los 40 primeros corredores clasificados en la general recibieron diversos productos navideños: tres jamones; doce lomos embuchados; quince piezas de chorizo y diez botellas de vino.
El primer corredor del Club Ciclista Pinatar, Antonio Vázquez, recibió como obsequio un jamón mientras que sus cuatro compañeros de ruta: Felipe García Pérez, Gregorio Jiménez Barba, Jesús Miguel López-Dorig Herrera, tuvieron que conformarse con un lote de lomo embuchado.
