Aún se recuerdan los dos últimos playoff de ascenso disputados por el FC Cartagena, demasiado breves y negativo para los albinegros. El primero llegaría en la temporada 12-13, aquella en la que Paco Gómez echaría a Pacheta en la última jornada, al acabar el partido y por no haber sido capaz de ser campeón. Todavía con el paso del tiempo sigue siendo surrealista aquel despido que, de lo único que sirvió fue para contratar con prisas y corriendo a José Miguel Campos que ni siquiera pudo llegar a sentarse en el banquillo del Estadio.
En Mieres se empataría sin goles (0-0) pero el choque de vuelta fue calamitoso y el 0-1 del Caudal acabaría siendo decisivo para mandar a los albinegros a la lona después de haber coronado una buena temporada.
De aquel golpe se repondrían fichando a Tevenet para el banquillo, que cuajaría una buena campaña acabando tercero por detrás de un Albacete muy superior, que fue campeón y acabaría ascendiendo a la tercera eliminatoria, y de un La Hoya Lorca segundo, precisamente con Campos en el banquillo.
Luego llegaría aquella campaña nefasta con la llegada de los dirigentes valencianos que tan pésimamente mal lo hicieron, apoyados por Florentino Manzano y el uruguayo Daniel Golpe que, parapetado, también fue una de las patas de aquella mesa que estuvo a puntoi de hacerse añicos. Menos mal que la llegada de Paco Belmonte y el gol de Carlitos Martínez en Las Palmas a falta de cinco minutos evitaba el descenso a Tercera y, probablemente, la más que segura desaparición.
A grosso modo ese es el recorrido seguido por el Cartagena desde sus dos últimas apariciones en un playoff de cara al ascenso y que debería de ser motivo de orgullo y alegría para los miles de seguidores cartageneristas, independientemente del puesto en el que acaben.
Una imagen del inicio de aquel partido fatídico con el Real Avilés, hace ahora tres años