22 de julio de 2010, 2:00
Dos cosas llamaron la atención de los presentes en la sesión vespertina del Cartagena: el estreno de Asier Goiria y la constante presencia del balón. Un entrenamiento en el que estuvieron el nuevo fichajes y los ya habituales (con Toché y Lafuente trabajando sin problemas), salvo Manu, Rebollo y Riau. Las tres primeras incorporaciones de esta temporada se encontraban en el CAR de San Javier pasando las pruebas de esfuerzo. Txiki, aunque apareció de corto, se limitó a realizar ejercicios de estiramientos, mientras que Chus se entrenó aparte del resto.
CUATRO MINI PORTERIAS
la sesión en sí, una de las únicas conclusiones que se pueden extraer es que el balón va a seguir teniendo una importancia capital este año. Siguiendo la senda iniciada la pasada campaña, el entrenamiento se centró en un pequeño calentamiento – con balón, por supuesto -, para acto seguido pasar a los rondos. Todos los jugadores, incluidos los porteros, participaron en ellos, y se pudo comprobar la asombrosa competitividad de algunos integrantes de la plantilla. Después, se pasó a unos ejercicios de posesión y partidillos con cuatro mini porterías, mientras Juanmi trabajaba con Rubén y el canterano Miguel Torres.
Tras una sesión de tiros a puerta, pasaron a un partidillo de nueve para ocho, a lo ancho del campo. Todo el entrenamiento, de más de hora y media de duración, estuvo dirigido por Pereira, segundo de a bordo, bajo la atenta mirada de Juan Ignacio. Nadie – salvo los ya comentados Txiki y Chus – se resintió de molestia alguna.
La imagen curiosa se produjo al final, y fue la coincidencia de los dos equipos albinegros de la ciudad en el mismo rectángulo. Mientras que los de Juan Ignacio finalizaban los estiramientos en un lado, el equipo dirigido por Paco Acosta empezaba su sesión con una carrera continua que realizaban en el otro lado del campo. Imagen de ficticia unión que resume la relación de ambas entidades: juntos pero no revueltos.
CUATRO MINI PORTERIAS
la sesión en sí, una de las únicas conclusiones que se pueden extraer es que el balón va a seguir teniendo una importancia capital este año. Siguiendo la senda iniciada la pasada campaña, el entrenamiento se centró en un pequeño calentamiento – con balón, por supuesto -, para acto seguido pasar a los rondos. Todos los jugadores, incluidos los porteros, participaron en ellos, y se pudo comprobar la asombrosa competitividad de algunos integrantes de la plantilla. Después, se pasó a unos ejercicios de posesión y partidillos con cuatro mini porterías, mientras Juanmi trabajaba con Rubén y el canterano Miguel Torres.
Tras una sesión de tiros a puerta, pasaron a un partidillo de nueve para ocho, a lo ancho del campo. Todo el entrenamiento, de más de hora y media de duración, estuvo dirigido por Pereira, segundo de a bordo, bajo la atenta mirada de Juan Ignacio. Nadie – salvo los ya comentados Txiki y Chus – se resintió de molestia alguna.
La imagen curiosa se produjo al final, y fue la coincidencia de los dos equipos albinegros de la ciudad en el mismo rectángulo. Mientras que los de Juan Ignacio finalizaban los estiramientos en un lado, el equipo dirigido por Paco Acosta empezaba su sesión con una carrera continua que realizaban en el otro lado del campo. Imagen de ficticia unión que resume la relación de ambas entidades: juntos pero no revueltos.
