16 de febrero de 2010, 1:00
No podemos estar en Segunda División…¿No? ¿Han visto cómo podemos? Comprueben que también en Primera, si paramos la euforia actual y seguimos paso a paso como cada una de las 22 semanas anteriores.
Tenemos tanta población o más que otros muchos equipos que siempre han estado instalados en Segunda o Primera, ahora nos ha salido del alma el entusiasmo que lo avala…¿Por qué entonces tantos años con la duda?..
Los últimos datos que he visto en Internet me dan la razón, que me figuro serán los más recientes. Somos la ciudad número 24 de toda España en número de habitantes. O sea, por encima de más de la mitad de las provincias de España. Somos más que en San Sebastián, Castellón, Albacete y Salamanca, todas provincias, cuyos equipos representativos han estado Primera División y a las que se considera aspirantes, incluso con derechos por su curriculum, a Primera y no digamos a estar en Segunda, su espacio natural. Lo normal para ellas, qué menos.
Tenemos también más habitantes que Soria, Huelva y Cádiz, y creo que también Tarragona, que fueron equipos de Primera en su día, sin que a nadie le haya parecido raro. Sólo la estancia en lo más alto de Mérida y Almendralejo sorprendió. De Villarreal no hablemos.
Hay equipos que son segundos o terceros en grandes ciudades y que aspiran y alcanzan de vez en cuando la vitola como Levante o Rayo Vallecano. Y nos superan en población, bastante, Murcia, Las Palmas, Alicante, Córdoba y Vigo y muy poco Elche, todos ahora, menos el Hércules, por debajo de nosotros en la tabla.
En Primera vemos esta emporada varios equipos con menos demografía que la nuestra, Santander, Getafe, Jerez, Pamplona y Almería, entre otros, y nos superan por muy poco Gijón, Coruña y Santa Cruz de Tenerife.
Otras con poco más saborearon la llamada ahora Liga de las Estrellas –Vitoria, Granada, Oviedo - actualmente en horas bajas. Y también casos más humildes como Burgos, Logroño o Sabadell.
La Real Sociedad de San Sebastián es importante no sólo por los de su casco urbano sino por la cantidad de poblaciones cercanas cuyo equipo de corazón es el albiceleste.
Y todas esas ciudades menores o poco mayores que la nuestra en número de almas tienen sus fiestas conocidísimas, alguna universales, sus ferias taurinas, su fama, su vida, su popularidad en España. Incluso otras muchas bastante más modestas.
De todas las ciudades nombradas, con mayor o menor empadronamiento, muchas nos dan cuarenta vueltas y son más conocidas y muchísimo más visitadas que Cartagena.
¿Qué pasa entonces? Pues que una cosa es la cantidad y otra la calidad, que influye mucho el amor a la tierra y las ganas de trabajar, que es prioritario exigir si tiene alguien por delante que no te atiende, que deben ser mayoritariamente las personas de la tierra las que tomen la iniciativa, lideren proyectos y los saquen adelante.
El caso de Cartagena ahora, con la población despierta y entusiasmada por el fútbol, es revelador. Ese fútbol que nos ha cambiado como un calcetín en España, de desconocidos hemos pasado a ser conocidos, se habla de nosotros, nunca he visto más el nombre de Cartagena en los medios informativos que ahora. Ya somos lo que teníamos que haber sido siempre. Lo vengo diciendo desde años y años : era fundamental dar el salto a Segunda. Tan fundamental que en unos meses nos hemos movido políticamente, con aciertos o errores, en pancartas y páginas web, mucho más que en los últimos 50 años. Se dice pronto.
Me apena que esta tierra no se dé cuenta de sus posibilidades. Cuando de la ciudad del submarino, la nuestra, indiscutiblemente, se llevaron a Torrevieja el submarino que suponía miles y miles de visitas al año, se me cayó el alma. Cuando la catedral vieja es la única no restaurada de España aunque esté dispuesta anualmente la subvención, me quedo frío. Cuando se nos va la subvención –lo he leído en la prensa- del Anfiteatro Romano por no hacer los trámites necesarios, se me llena la sangre de rabia.
Comprobemos la lista de autoridades políticas, económicas, religiosas, empresariales, sociales y deportivas de hoy en Cartagena que son de Cartagena y tendremos una radiografía de lo que nos pasa, nos ha pasado y, si aprendemos el ejemplo del FC 2009-2010, no debe volver a pasarnos. ¿Qué nos falta? Ven más nuestras potencialidades los de fuera que los de dentro.
La reacción del pueblo ahora nos invita al optimismo. Esperemos que se consolide en fútbol y en todo lo que nos daría prestigio y riqueza. Ya hemos visto que la Segunda es algo normal y necesario para nosotros y la Primera asequible, como en otras tantas ciudades de España.
Tenemos tanta población o más que otros muchos equipos que siempre han estado instalados en Segunda o Primera, ahora nos ha salido del alma el entusiasmo que lo avala…¿Por qué entonces tantos años con la duda?..
Los últimos datos que he visto en Internet me dan la razón, que me figuro serán los más recientes. Somos la ciudad número 24 de toda España en número de habitantes. O sea, por encima de más de la mitad de las provincias de España. Somos más que en San Sebastián, Castellón, Albacete y Salamanca, todas provincias, cuyos equipos representativos han estado Primera División y a las que se considera aspirantes, incluso con derechos por su curriculum, a Primera y no digamos a estar en Segunda, su espacio natural. Lo normal para ellas, qué menos.
Tenemos también más habitantes que Soria, Huelva y Cádiz, y creo que también Tarragona, que fueron equipos de Primera en su día, sin que a nadie le haya parecido raro. Sólo la estancia en lo más alto de Mérida y Almendralejo sorprendió. De Villarreal no hablemos.
Hay equipos que son segundos o terceros en grandes ciudades y que aspiran y alcanzan de vez en cuando la vitola como Levante o Rayo Vallecano. Y nos superan en población, bastante, Murcia, Las Palmas, Alicante, Córdoba y Vigo y muy poco Elche, todos ahora, menos el Hércules, por debajo de nosotros en la tabla.
En Primera vemos esta emporada varios equipos con menos demografía que la nuestra, Santander, Getafe, Jerez, Pamplona y Almería, entre otros, y nos superan por muy poco Gijón, Coruña y Santa Cruz de Tenerife.
Otras con poco más saborearon la llamada ahora Liga de las Estrellas –Vitoria, Granada, Oviedo - actualmente en horas bajas. Y también casos más humildes como Burgos, Logroño o Sabadell.
La Real Sociedad de San Sebastián es importante no sólo por los de su casco urbano sino por la cantidad de poblaciones cercanas cuyo equipo de corazón es el albiceleste.
Y todas esas ciudades menores o poco mayores que la nuestra en número de almas tienen sus fiestas conocidísimas, alguna universales, sus ferias taurinas, su fama, su vida, su popularidad en España. Incluso otras muchas bastante más modestas.
De todas las ciudades nombradas, con mayor o menor empadronamiento, muchas nos dan cuarenta vueltas y son más conocidas y muchísimo más visitadas que Cartagena.
¿Qué pasa entonces? Pues que una cosa es la cantidad y otra la calidad, que influye mucho el amor a la tierra y las ganas de trabajar, que es prioritario exigir si tiene alguien por delante que no te atiende, que deben ser mayoritariamente las personas de la tierra las que tomen la iniciativa, lideren proyectos y los saquen adelante.
El caso de Cartagena ahora, con la población despierta y entusiasmada por el fútbol, es revelador. Ese fútbol que nos ha cambiado como un calcetín en España, de desconocidos hemos pasado a ser conocidos, se habla de nosotros, nunca he visto más el nombre de Cartagena en los medios informativos que ahora. Ya somos lo que teníamos que haber sido siempre. Lo vengo diciendo desde años y años : era fundamental dar el salto a Segunda. Tan fundamental que en unos meses nos hemos movido políticamente, con aciertos o errores, en pancartas y páginas web, mucho más que en los últimos 50 años. Se dice pronto.
Me apena que esta tierra no se dé cuenta de sus posibilidades. Cuando de la ciudad del submarino, la nuestra, indiscutiblemente, se llevaron a Torrevieja el submarino que suponía miles y miles de visitas al año, se me cayó el alma. Cuando la catedral vieja es la única no restaurada de España aunque esté dispuesta anualmente la subvención, me quedo frío. Cuando se nos va la subvención –lo he leído en la prensa- del Anfiteatro Romano por no hacer los trámites necesarios, se me llena la sangre de rabia.
Comprobemos la lista de autoridades políticas, económicas, religiosas, empresariales, sociales y deportivas de hoy en Cartagena que son de Cartagena y tendremos una radiografía de lo que nos pasa, nos ha pasado y, si aprendemos el ejemplo del FC 2009-2010, no debe volver a pasarnos. ¿Qué nos falta? Ven más nuestras potencialidades los de fuera que los de dentro.
La reacción del pueblo ahora nos invita al optimismo. Esperemos que se consolide en fútbol y en todo lo que nos daría prestigio y riqueza. Ya hemos visto que la Segunda es algo normal y necesario para nosotros y la Primera asequible, como en otras tantas ciudades de España.
