El largo viaje a Melilla, con incidencias a la ida y a la vuelta -todas solucionadas, pero causando problemas- acabó poniendo en boca de los expedicionarios albinegros que habían despachado "el peor viaje de la temporada". Comenzando por la suspensión del vuelo desde Málaga, en la tarde del viernes, y añadiendo la demora en salir del aeropuerto melillense la tarde del domingo, por avería de la aeronave.
El grupo cartagenerista arribó a Cartagena a las 3 de la madrugada y no lo pudo hacer como habría querido, con la clasificación para la Copa del Rey en el bolsillo, lo que se tendrá que conseguir en la última jornada frente al San Roque de Lepe que aunque por paradoja ha descendido es de los mejores equipos en los desplazamientos, aunque con una ristra de empates que ha sido un bagaje insuficiente al final.
En el Cartagena se tiene la certeza de que el rival más directo en la pugna por estar en la Copa es el Mérida, mucho más que el Melilla. Los norteafricanos lo pueden tener complicado en Granada, no así el equipo extremeño que juega en el Romano ante el ya descendido Almería B. Ganando los albinegros al San Roque de Lepe no tendrían problemas, pero hoy por hoy el equipo emeritense solo se encuentra a un punto de los cartageneristas.
Monteagudo habla esta mañana de lunes con su ayudante Juanlu en presencia de Ceballos.
SERGIO JIMÉNEZ, EN DESCANSO
El canterano Sergio Jiménez no se ha entrenado esta mañana en Nueva Cartagena. Ha estado en la banda. Sus problemas de vómitos y vértigos, sobe todo, en Melilla, por el viaje, ya pasaron pero el de Los Belones tiene molestias en una rodilla y parece ser duda ante el San Roque. Esas molestias no son graves pero vienen de semanas atrás y tal vez por precaución se prefiera que no juegue ante los leperos.
Aunque el mediocentro puede evolucionar de aquí al domingo y cabe curarse en salud.
EL ÁRBITRO NO SE COMPLICÓ
El cuerpo técnico dirigido por Alberto Monteagudo cambió impresiones durante la sesión de entrenamiento -llovizna en su inicio y después sol- después de la aventura melillense que no agradó para nada al grupo. Por no agradar no agradó ni el arbitraje del joven colegiado cordobés porque "permitió a determinados jugadores del Melilla hacer cosas como amenazar en sus barbas a futbolistas nuestros y sin enterarse, dejando hacer y sin sacar tarjeta ni llamar la atención de palabra". Palabras de uno de los componentes del grupo, no perteneciente al cuerpo técnico.
Entrenamiento distendido el de esta mañana en Nueva Cartagena. Para reflexionar de paso, sin que faltase una sesión final de partidos de voleibol con los pies.