9 de junio de 2010, 2:00
Con toda facilidad y sin perjuicio para nadie, la penúltima jornada del campeonato debió ser colocada en su totalidad el sábado y en horario por encima de las 18:00 horas, teniendo en cuenta la alta temperatura que ya viene reinando.
Tan sólo el Numancia, con todo hecho, ha tenido el privilegio de jugar este sábado y no en domingo.
REGRESO A LAS 5 DE LA MADRUGADA
A los seguidores de los equipos les va mal, bastante mal el que su equipo juegue un domingo por la tarde cuando hay una distancia de más de 700 kilómetros entre determinadas poblaciones. Nos referimos al partido Huelva-Cartagena. Los autocares que viajarán a Onuba retornarán no antes de las 5 de la madrugada del lunes. Si esos viajeros tienen que ir a trabajar de inmediato, entrando en esa tarea a las 8 o 9 de la mañana, por ejemplo, ¿en qué condiciones irán al curro?
No se ha tenido en cuenta a la afición, que tendrá que hacer un gran sacrificio, con lo sencillo que hubiese resultado colocar ese encuentro a las siete u ocho de la tarde del sábado.
Que no olvide la LFP ni los dueños de la Televisión, que en el fútbol los aficionados son la gallina de los huevos de oro. Muerta la gallina ya veremos quién mantiene esta fiesta de intereses económicos.
Tan sólo el Numancia, con todo hecho, ha tenido el privilegio de jugar este sábado y no en domingo.
REGRESO A LAS 5 DE LA MADRUGADA
A los seguidores de los equipos les va mal, bastante mal el que su equipo juegue un domingo por la tarde cuando hay una distancia de más de 700 kilómetros entre determinadas poblaciones. Nos referimos al partido Huelva-Cartagena. Los autocares que viajarán a Onuba retornarán no antes de las 5 de la madrugada del lunes. Si esos viajeros tienen que ir a trabajar de inmediato, entrando en esa tarea a las 8 o 9 de la mañana, por ejemplo, ¿en qué condiciones irán al curro?
No se ha tenido en cuenta a la afición, que tendrá que hacer un gran sacrificio, con lo sencillo que hubiese resultado colocar ese encuentro a las siete u ocho de la tarde del sábado.
Que no olvide la LFP ni los dueños de la Televisión, que en el fútbol los aficionados son la gallina de los huevos de oro. Muerta la gallina ya veremos quién mantiene esta fiesta de intereses económicos.
