2 de junio de 2010, 2:00
Primero. Preocupado como estoy por esta polémica, pregunto a un amigo especialista en fútbol vinculado al Real Madrid. Le digo los precios del CT-Hércules, de 25 a 45. ¿Qué te parece para un partido de 2ª A y de esta importancia? Hombre, han querido poner precios baratos para que vaya la gente. Y además es el partido más importante de la historia del CT… (Esto lo añade él, y es verdad, para poner la situación en su justo término).Cuando le digo lo de la polémica y las protestas, no se lo puede creer.
Segundo. Último partido de Primera de la temporada recién terminada. El Málaga, que se juega el descenso, recibe al Real Madrid, que tiene en juego el título de Liga. Partido, pues importantísimo. La entrada más barata –repito, la más barata- valía, según la prensa, 120 €.
Tercero. Sevilla. Semana Santa. 2009. A mi hijo Jesús lo han operado y no puede salir en la Semana Santa de Cartagena. Dice –porque tiene un número de salidas en La Piedad y en el Jesús casi de récord- que prefiere irse a otro sitio. No quiere sufrir. En esa afición, me ha salido a mí y creo que me supera. Es el momento ideal para que conozca la de Sevilla. Su madre se lo está pidiendo hace bastantes años. Como no conoce la Maestranza, tengo que hacer gestiones para comprar dos entradas para la corrida del Domingo de Resurrección, de gran atractivo y la primera de la temporada en La Maestranza. 86 € cada tendido, en cuarta fila de sombra. De lo mejorcito de la plaza. El Real Madrid juega esa jornada o alguna después y leo que lo más barato son 80 €. Piensen en la cabida del Sánchez Pizjuán (unos 60.000 creo) y en el tremendo número de socios que tiene (entre 38.000 y 40.000). Qué potencial económico. Y pone esos precios.
Piensan: el que no sea socio, que pague el espectáculo. Esa es la política del Sevilla Fútbol Club. Y reflexionen que lo mejor de la Maestranza vale como lo peor del Estadio Sánchez Pizjuán.
Conclusión: el fútbol es un espectáculo caro y también muy caro. Y nosotros protestamos –supongo que será un número muy pequeño- por los precios del CT-Hércules. En CT está la afición que me hace soltar lagrimones de alegría y la que me irrita porque no la entiendo. Siempre sacan la patita para fastidiar el ambiente.
Sí entiendo:
1.- A los que NO PUEDEN PAGAR. Lo entiendo, lo comprendo y lo comparto. Si no se puede, no se puede, y hay cosas más urgentes y necesarias en la vida. Para ellos, mi respeto más sagrado. Para su intimidad, su casa y su familia.
Decía Pedro Cantares, nuestro genial trovero y extraordinario poeta: en la puerta de nadie/no cante naide/ porque no sabe naide/ cómo está naide.
El escribía naide -en esta ocasión- por nadie. O así creo recordarlo.
Quieren pero no pueden. Y sufrirán. A todos en la vida nos ha pasado alguna o muchas veces: el dinero no llega y hay que ponerlo en donde debemos. Más si estamos en el paro, tanto si lo sufre el cabeza de familia como alguno de sus miembros.
2.- Los roñosos, a los que todo le parece caro o quieren ir prácticamente gratis. Es una enfermedad incurable, como la envidia. Sin tratamiento. Los que nacen así, mueren así.
3.- Los protestones por sistema. Enfermedad curable, difícil pero posible si saben reflexionar.
Por tanto, no tiene culpa alguna Paco Gómez. Es más, debemos agradecerle todo lo que ha hecho desde que vino al club y, desde luego, sin él, esta temporada no la habríamos disfrutado. No se equivoquen: la responsabilidad de tantos bolsillos vacíos es de un tal Zapatero y, sobre todo, de sus votantes. No soy de partido alguno. Estoy lo más lejos que puedo de ellos. Ya he criticado al PP cuando lo ha merecido y lo haré siempre que me parezca mal lo que hace. Muchas veces por cierto. Pero ahora, el Zapa, el Zeta, el Zetape o el Zetaparo es al que hay que mirar y a cuantos le dieron su confianza contra toda lógica o explicación sensata. Paco Gómez es inocente.
No me han gustado dos cosas: que no haya cumplido el pacto de precios con el Hércules y que moleste a los abonados obligándoles a retirar la entrada.
En fin, supongo –volviendo a nuestro tema- que no quemarán el campo en cuando salgan los precios del próximo Cartagena-Real Madrid. Que serán más baratos que en Málaga o Sevilla. Por si acaso, vayan ahorrando. Lo mejor es hacerse socio.
Segundo. Último partido de Primera de la temporada recién terminada. El Málaga, que se juega el descenso, recibe al Real Madrid, que tiene en juego el título de Liga. Partido, pues importantísimo. La entrada más barata –repito, la más barata- valía, según la prensa, 120 €.
Tercero. Sevilla. Semana Santa. 2009. A mi hijo Jesús lo han operado y no puede salir en la Semana Santa de Cartagena. Dice –porque tiene un número de salidas en La Piedad y en el Jesús casi de récord- que prefiere irse a otro sitio. No quiere sufrir. En esa afición, me ha salido a mí y creo que me supera. Es el momento ideal para que conozca la de Sevilla. Su madre se lo está pidiendo hace bastantes años. Como no conoce la Maestranza, tengo que hacer gestiones para comprar dos entradas para la corrida del Domingo de Resurrección, de gran atractivo y la primera de la temporada en La Maestranza. 86 € cada tendido, en cuarta fila de sombra. De lo mejorcito de la plaza. El Real Madrid juega esa jornada o alguna después y leo que lo más barato son 80 €. Piensen en la cabida del Sánchez Pizjuán (unos 60.000 creo) y en el tremendo número de socios que tiene (entre 38.000 y 40.000). Qué potencial económico. Y pone esos precios.
Piensan: el que no sea socio, que pague el espectáculo. Esa es la política del Sevilla Fútbol Club. Y reflexionen que lo mejor de la Maestranza vale como lo peor del Estadio Sánchez Pizjuán.
Conclusión: el fútbol es un espectáculo caro y también muy caro. Y nosotros protestamos –supongo que será un número muy pequeño- por los precios del CT-Hércules. En CT está la afición que me hace soltar lagrimones de alegría y la que me irrita porque no la entiendo. Siempre sacan la patita para fastidiar el ambiente.
Sí entiendo:
1.- A los que NO PUEDEN PAGAR. Lo entiendo, lo comprendo y lo comparto. Si no se puede, no se puede, y hay cosas más urgentes y necesarias en la vida. Para ellos, mi respeto más sagrado. Para su intimidad, su casa y su familia.
Decía Pedro Cantares, nuestro genial trovero y extraordinario poeta: en la puerta de nadie/no cante naide/ porque no sabe naide/ cómo está naide.
El escribía naide -en esta ocasión- por nadie. O así creo recordarlo.
Quieren pero no pueden. Y sufrirán. A todos en la vida nos ha pasado alguna o muchas veces: el dinero no llega y hay que ponerlo en donde debemos. Más si estamos en el paro, tanto si lo sufre el cabeza de familia como alguno de sus miembros.
2.- Los roñosos, a los que todo le parece caro o quieren ir prácticamente gratis. Es una enfermedad incurable, como la envidia. Sin tratamiento. Los que nacen así, mueren así.
3.- Los protestones por sistema. Enfermedad curable, difícil pero posible si saben reflexionar.
Por tanto, no tiene culpa alguna Paco Gómez. Es más, debemos agradecerle todo lo que ha hecho desde que vino al club y, desde luego, sin él, esta temporada no la habríamos disfrutado. No se equivoquen: la responsabilidad de tantos bolsillos vacíos es de un tal Zapatero y, sobre todo, de sus votantes. No soy de partido alguno. Estoy lo más lejos que puedo de ellos. Ya he criticado al PP cuando lo ha merecido y lo haré siempre que me parezca mal lo que hace. Muchas veces por cierto. Pero ahora, el Zapa, el Zeta, el Zetape o el Zetaparo es al que hay que mirar y a cuantos le dieron su confianza contra toda lógica o explicación sensata. Paco Gómez es inocente.
No me han gustado dos cosas: que no haya cumplido el pacto de precios con el Hércules y que moleste a los abonados obligándoles a retirar la entrada.
En fin, supongo –volviendo a nuestro tema- que no quemarán el campo en cuando salgan los precios del próximo Cartagena-Real Madrid. Que serán más baratos que en Málaga o Sevilla. Por si acaso, vayan ahorrando. Lo mejor es hacerse socio.
