El nuevo integrante de la familia murcianista tiene experiencia en este puesto, que ya ocupó en el Celta de Vigo y en la cantera del Real Betis Balompié; además de en otros como Melilla, Pontevedra o Alcoyano.
Fernández Romo llega al Real Murcia para ocupar un puesto que ha estado vacante desde la salida de José Luis Molina en el verano de 2014. El objetivo del nuevo responsable del área técnica será armar un equipo que consiga estar, de nuevo, entre los mejores de la categoría.
Guillermo Fernández Romo es madrileño, tiene 37 años y es entrenador y director deportivo. Ha firmado por un año y “tendrá absoluta indipendiencia”, según ha manifestado Guillermo Martínez-Abarca, presidente de la entidad que lo ha acompañado en la sala de prensa del estadio murcianista.
Antes de que se abriera el turno de preguntas, Fernández Romo ha agradecido al Real Murcia “la posibilidad de poder estar aquí”. Y ha asegurado que “estoy aquí con ilusión y esa ilusión se llama ascenso”. Para el secretario técnico, el Real Murcia “causa responsabilidad, no miedo”. “El Real Murcia es un proyecto emocional”, ha manifestado. El nuevo miembro de la familia murcianista también ha dicho que “cambiaremos el proceso, pero el fin es el mismo y lo sabemos todos”, si bien ha avisado que “no podemos estar pensando ya en mayo”.
Fernández Romo ha declarado que “me han citado a las 14:55 horas, así que no he tenido tiempo de tomar ninguna decisión importante sobre ningún jugador”, para continuar asegurando que “sabemos quienes tienen contrato y hay algunos jugadores con buen rendimiento a los que se les puede ofrecer la renovación”, pero ha apuntado que la primera decisión que se tomará “será la elección del entrenador y después el resto”. Sobre el perfil de técnico que desea ha dicho que“quiero que sea un hombre conocedor del grupo y de los futbolistas que compiten en Segunda División B” y sobre la posibilidad de jugar en uno u otro grupo “el Grupo III tiene una exigencia muy muy alta, si tuviera que elegir preferiría el IV porque ya lo conocemos, conocemos los campos, los desplazamientos…”.
