'El ojo en la cerradura' del Cartagena-Marbella

24 de agosto de 2014, 11:12

EL CARTAGENA NO PRESENTÓ SEGUNDO ENTRENADOR el sábado en el primer encuentro de la serie 2014-2015 a efectos oficiales. Entrenador titular fue Simón Ruiz Díaz. El mánager general Julio Ribas, moviendo los hilos, estaba fuera pero cerca del banquillo. En pie, delante del mismo banquillo se hallaba otra persona dando supuestamente las instrucciones emanadas por el científico uruguayo. Y en el puesto de delegado del equipo local se estrenaba Francisco Egea Pérez a quien de entrada no tengo el gusto de conocer y que haría las funciones del relevado Pedro Arango Segura. Seguramente son imperativos del guión de la película que, por lo proyectado en el césped, no me gustó. Ni a mí ni a la mayoría universal menos a Julio Ribas, que estaba en su papel de defensor del pueblo.
SIGUEN LOS MUCHACHOS EN PRETEMPORADA. Esa sensación me dio el equipo de la camiseta de la cebra, bonita camiseta de la que no tardaré en comprar tres o cuatro unidades porque es que, visto tanta aceptación, se van a agotar pronto. Bien por Joma. Al renovadísimo FC Cartagena le va a faltar una segunda pretemporada para estar en su punto como ocurre con la paella, pero no es posible a todos los efectos. La diferencia es que en una precampaña no hay puntos en juego y desde el pasado sábado todos los fines de semana la cosa irá en serio y las carencias del conjunto son demasiadas y además en buena medida son lógicas. Dicho sea sin alarmar al personal. Pero renovar el plantel como lo han hecho en el club lleva aparejado el impuesto revolucionario de un peaje como para ofrecer un partido tan deshilachado como el que se ofreció ante el Marbella.
FUE EL PARTIDO DE LAS ACCIONES AISLADAS o del quiero o no puedo. Físicamente el equipo de Ribas quería pero no podía. Faltaban las ayudas, muchísimas veces se llegaba tarde a la pelota, en la disputa del balón faltaba caldo de tigre o sobraba la horchata en la sangre. Garra, más garra. Más madera, que es la guerra, coño. Faltaba todo eso y en conclusión la compenetración. Pero es normal. De momento lo es. Y la estrategia del profesor Julio Ribas al hablar en el postpartido en rueda de prensa amparando a todos y cada uno de sus jugadores es políticamente correcta. Una buena defensa a ultranza y ya saldrá el sol por Antequera...si no está nublado. Pero he leído en los foros de este periódico digital mensajes de aficionados sorprendidos porque ellos creen haber visto un partido diferente al que debe de haber presenciado el mánager general. El algodón sí que no engaña.
TODO LO QUE SE VIO LA TARDE NOCHE del sábado en el Cartagonova no fue malo. El chico Sergio Jiménez empezó muy bien, con personalidad, desparpajo, ganas y empaque, y luego decayó. Los encargados de tejer el juego no tuvieron hilo suficiente. Me refiero a Luque y Prosi. Dos fenómenos en teoría. El asturiano lanza desde la esquina con una malaleche terrible pero en el centro del campo no llevó la batuta como él sabe y hacía en Mieres y en Guadalajara. La calidad no se olvida y debe volver. Me agradó sobremanera la aportación del otro asturianín Hevia en los minutos finales con un par de remates escalofriantes que pudieron hacer el segundo gol del equipo. Su cabezazo en plancha lo vi dentro de la red de Toni, un joven portero barcelonés que cumplió bajo palos sin excesivos agobios y al final se pasó de listo y fue tarjeteado por perder tiempo. Le pillaron la matrícula. Hevia llegó en el último cuarto de hora refrescando como la sidra de su tierra.
Y AHORA VOY YO Y PREGUNTO. ¿No habría sido conveniente utilizar primero a Hevia y después a Pallarés, o ambos juntos desde el inicio en el ataque? Escribo a toro pasado, viéndoles los güevos al macho, y así es fácil escribirlo. Creo que Pablo Pallarés se presentó sin entrenamiento suficiente y sólo rindió sobre un 40% de lo que puede hacer. Con el Brócoli era divino.
PERO CON TODO LO QUE ESTOY diciendo, mirando desde el ojo en la cerradura, Pedro Reverte, que estuvo de espía y no de cobrador del frac en el Cartagonova el sábado, no puede frotarse las manos al ver la grisácea imagen global del todavía crudo pastel del FCC con miras a la Copa del Rey y esa eliminatoria del 3 de septiembre con el UCAM Murcia para el que ahora trabaja el lorquino. Porque Reverte sabe que la transformación del Cartagena va a llegar más pronto que tarde. Y es que hay buenos futbolistas, herramientas capaces y el Gladiador meterá en cintura a la plantilla, defendiendo pero exigiendo.
Y, ¿QUÉ DECIMOS DEL ARBITRAJE DEL CASTELLANO MANCHEGO? Que Villena Contreras ( que no te enteras, Contreras) fue protagonista sin necesidad. Meticuloso hasta aburrir. No tuvo errores voluminosos pero a los del Cartagena les sacó alguna tarjeta amarilla de risa. Y sus ayudantes en las bandas anduvieron errando demasiado en los fueras de juego. Cero patatero cuando pudieron tener mejor nota. La próxima vez los quiero ver como Victoriano Sánchez Arminio quiere verlos.
DIEGO SEGURA estuvo notable, sin pasarse, pero notable en el pase de calidad y astuto en la jugada en la que marcó Rubiato el gol marbellí para empatar el que antes hizo Xabier Tarantino, el líder de una defensa que en bloque sigue pretemporeando y con lagunas preocupantes. Diego Segura ha sido una víctima de los errores de los que no confiaron en el mejor jugador albinegro en su primera campaña en Cartagena, llámese el paisano Tevenet (que no lo sé) o llámese secretaría técnica ya dependiente de Sporto Gol Man 2020. De la boca de D.S. no va a salir palabra que pueda herir. Pero que el jugador de Heliópolis creo que normalmente tendría sitio en la actual plantilla, eso ni se duda. Pero no le han dejado cumplir la que habrá sido su tercera campaña por aquí.

ME DICEN QUE MIGUEL ÁNGEL RUSSO se ha metido a comentarista de partidos de fútbol en la radio. Con la palabra es un hombre ducho y cuando habla de fútbol, dos veces ducho o dos veces duchado para quitarse de encima el barro de tanto topicazo de comentaristas o locutores que se creen Valdano. Miguel Ángel Russo siempre dice valorar el cuarto poder y en consecuencia sabe medir las palabras. Buen fichaje el del argentino, de buena y larga verborrea.
LO SIENTO, PERO PARA EMPEZAR sólo le doy un aprobado por los pelos a las peñas blanquinegras el sábado en el Cartagonova. Tendrían que seguir el ejemplo de la situada en el Fondo Norte Alto, que se entregaron incansables de principio a fin al equipo y al acabar el partido los jugadores les brindaron un aplauso de gratitud. ¡Qué menos que corresponder!
CON TODO LO BUENO, LO MALO y lo regular que vimos el sábado en la alfombra del municipal Cartagonova, me quedo sinceramente con el punto sumado y rezo a San Mamés, el patrón del fútbol, para que en Granada vaya mejor la cosa.