27 de agosto de 2014, 21:56
El Real Murcia inicia este sábado su recorrido por el infierno de la Se gunda B precisamente en la ciudad dónde hace años tenían un estadio, el anterior al A Malata, que se llamaba El Inferniño. ¿Premonición? ¿Casualidad? Sea como fuere la realidad es la que es y los murcianistas saltan este sábado al césped ferrolano a partir de las 20 horas.
Este será el primero de los disparatados desplazamientos murcianistas a tierras norteñas, a tierras gallegas, navarras, castellanoleonesas (las más cercanas) y cántabras. Casi nada. A un promedio de 1.000 kilómetros o más por cada viaje.
Pero en el Murcia han intentado aplazar también este partido, como ya lo hicieron con la primera jornada ante la UD logroñés debido al impacto que sufrieron entre los componentes de la plantilla grana al confirmarse el descenso. Pero esta vez la Federación Española ha dicho que no. Se han negado y ello supone que Aira, entrenador del Murcia, tendrá que apañárselas como pueda para recomponer un equipo que, por lo menos, de la talla en uno de los recintos más difíciles del Grupo I.
SIETE BAJAS
Sin embargo y en su situación al límite, el club ya ha comunicado de forma oficial que daba la carta de libertad a siete jugadores de la primera plantilla. Saúl (se va al Eibar), Dorca, que ayer fue presentado por el Zaragoza, Toribio (jugará en el Alavés), Rafita (se fue al Numancia), Hugo Álvarez (fichó por el Tenerife), Juanto (se va al Sabadell), e Iván Moreno.
En cambio, los granas se resisten a abandonar la lucha de dejar el fútbol profesional, por lo que han tenido que ceder a Tete a la Ponferradina. El interior había renovado hace un mes por tres temporadas y el club cuenta con él para el futuro. De esta manera, seguirá perteneciendo a la plantilla murciana, aunque podrá mantenerse un año en la Liga Adelante.
Xavier Marques y Jaume Sobregrau, ambos del Reus, son los primeros refuerzos para Segunda B. Aún así, el entrenador tendrá que tirar de los chicos del filial para Ferrol.
