15 de septiembre de 2014, 10:18
FICHA TÉCNICA
ALINEACIONES:
MARINO LUANCO: Ponzo, Suárez, Guaya, José Ángel, Espolita, Boris, Jorgito (Alejandro, 56'), Dudi (Prendes, 63'), Naya (Ávila, 70'), Omar y Pastor.
REAL MURCIA: Fernando, Jaume, Smitarello, Satrústegui, Pumar, Acciari, Armando, Arturo (Garmendia, 53'), Albiol (Jairo, 59'), Rubén Sánchez y Carrillo (Gerard Oliva, 80').
GOL: 0-1. Arturo (50').
ÁRBITRO: López Toca. Amones. Tarjeteó a los grana Albiol y Rubén Sánchez y a los locales Jorgito, Boris, Espolita, Alejandro y Ávila.
INCIDENCIAS: Campo Miramar, Menos de mil espectadores
LA CRÓNICA
El Real Murcia logró la segunda victoria de la temporada y lo hizo de nuevo como visitante. Este encuentro compartió la emoción, quizás más, que en el primer desplazamiento de este curso. Si aquella tarde el tanto de Acciari en los compases finales ante el RC Ferrol le dio un subidón, en la de este domingo fue la magnífica intervención de Fernando, que detuvo una pena máxima a escasos minutos para la conclusión frente al Marino de Luanco.
La parada de Fernando a lanzamiento de Omar no fue la única actuación destacable del meta, que tuvo una notable tarde en el Miramar de la localidad asturiana. En el área fue el gran protagonista, mientras que la visitante el más acertado fue el también canterano Arturo, que una vez más hizo un tanto que sirve para que el Real Murcia sume los tres puntos.
Quitando esas dos acciones, importantísimas para el devenir del encuentro, el duelo entre Marino y Real Murcia fue igualado, con reparto de ocasiones y control. Esa dinámica se dio sobre todo en la primera mitad, donde Omar y Fran Pastor lo intentaron por los locales y Rubén Sánchez por el lado grana, siendo la oportunidad del manchego la más clara.
Tras el descanso el Murcia daría un paso adelante y pronto llegó el premio con el 0-1. Arturo robó el esférico, se internó por la izquierda y se plantó ante Ponzo. Con la templanza de un veterano, el juvenil grana superó al cancerbero local. Y, unos minutos más tarde, estuvo muy cerca el 0-2 pero el disparo de Albiol se marchó lamiendo la madera.
Pasado el 60’ el Marino se deshizo del control de los pupilos de Aira y adelantó líneas. Corría peligro porque dejó huecos y pudimos sentenciar a la contra, aunque las acciones más claras las tuvieron ellos. Primero con un disparo de Pastor que se marchó al larguero gracias a que tocó Fernando con la mano; después un chut de Espolita que no vio puerta por muy poco; y la pena máxima en el 86’, en la que Omar se encontró con un magistral Fernando
