7 de septiembre de 2014, 2:21
SOHO MEDITERRÁNEO 0; CIUDAD DE MURCIA, 1
El inicio resultó titubeante por ambos bandos. Dominio alterno en el centro del campo, esporádicos contragolpes, buenas fases de juego pero sin dominador claro, y un par de acciones ofensivas por parte de los visitantes que fueron desbaratadas por el meta local Jose Montoro.
En este periodo, y cuando el electrónico marcaba el minuto 25, el Soho se quedó con un futbolista menos al ser expulsado Diego por doble amarilla.
Con diez hombres sobre el terreno de juego y con el 0-0 inicial se llegó a la reanudación en la que, territorialmente hablando, el Ciudad de Murcia fue mejor. Fruto de ello llegó a los 77 minutos el tanto que decidió la victoria gracias a José García.
El Soho Mediterráneo, pese a intentarlo hasta el último instante, no pudo batir la meta rival llegándose a la conclusión del choque con triunfo por la mínima de un Ciudad de Murcia que dejó bien a las claras el porqué de su candidatura al ascenso a Tercera División.
LAS ESCALERAS, EL PROBLEMA DE LA GRADA
La presencia del Ciudad de Murcia en el campo de la Urbanización Mediterráneo llevó consigo la presencia de más de doscientos aficionados desplazados desde la capital del Segura. Pese a la ausencia de la escalera de acceso a la grada principal del Mini Estadio de la 'Urba', y sobre todo, gracias al hermanamiento de ambas aficiones, el partido se desarrolló sin problema alguno merced al respeto y educación de todos los presentes, quienes una vez más, echaron de menos la posibilidad de poder ver el magnífico choque en un graderío ya construido e imposible de acceder por falta de escaleras.
La presencia del Ciudad de Murcia en el campo de la Urbanización Mediterráneo llevó consigo la presencia de más de doscientos aficionados desplazados desde la capital del Segura. Pese a la ausencia de la escalera de acceso a la grada principal del Mini Estadio de la 'Urba', y sobre todo, gracias al hermanamiento de ambas aficiones, el partido se desarrolló sin problema alguno merced al respeto y educación de todos los presentes, quienes una vez más, echaron de menos la posibilidad de poder ver el magnífico choque en un graderío ya construido e imposible de acceder por falta de escaleras.
Esta circunstancia, fue objeto de sorpresa por parte de los aficionados visitantes quienes no entendían cómo en una instalación moderna y modélica era imposible presenciar el encuentro en la grada como consecuencia de la falta de no tener una escalera de acceso.
