19 de septiembre de 2013, 19:48
Nadie puede imaginarse lo que hay detrás del pórtico de entrada al 'Angel Celdrán', el mismo que ha visto pasar a la historia desde el año 53 y que ahora se va a mantener al amparo de las máquinas. Porque en breve este histórico campo que siempre ha sido de Regional pasará a ser el santo y seña de la Deportiva Minera.
Darse ahora mismo una vuelta sobre el terreno de juego del campo ‘Angel Celdrán’ supone tanto como un nostálgico paseo por la larga historia de este club cartagenero, al amparo de tres pequeñas diputaciones como El Llano, El Estrecho y El Beal, que durante las seis últimas décadas han vivido casi de todo en este estadio que está a punto de cambiar su imagen.
Los dirigentes mineros esperan, confían, que a partir de octubre entren las máquinas, para lo que ya está incluso preparado un enorme agujero por una de las paredes del fondo. Todo es cuestión de trámites aunque ellos confían ciegamente en todo el papeleo que se está moviendo, ya de forma acelerada, desde la concejalía de Deporte.
{sumario:El vetusto campo, en pie desde 1953, sufrirá su mayor transformación a mayor gloria de la sufrida afición 'minera':sumario} Diego Ortega, concejal de Deportes, está siendo el principal impulsor de un proyecto que arrancó hace meses y que, de momento, tiene a la Minera convertido en un equipo nómada justo en el mejor momento de su larga historia. En ese sentido hay mucha paciencia y una fe ciega en el trabajo de los que rigen la concejalía de Deportes. Hemos estado a pie de campo y lo hemos comprobado.
Las reformas en este vetusto campo que nació un 6 de enero de 1953 van a ser profundas. Además del terreno de juego, de hierba artificial de última generación, se van a construir dos gradas de obra, de cuatro escalones cada una, que dará cabida a unas 1.000 personas aproximadamente. Se derribará una parte de la pared, vencida por el paso del tiempo, pero van a mantener como una auténtica reliquia la puerta principal en la que reza el nombre del recinto minerista.
La Deportiva Minera viene jugando sus partidos de casa en las instalaciones municipales del `Sánchez Luengo´en El Algar aunque, si tienen que utilizar el estadio Cartagonova como ya ha ocurrido, pues lo hacen y punto. Pero ellos quieren estar en casa. Jugar al calor de esos 400 incondicionales que, partido a partido, arropan a estos futbolistas que ya hicieron un ‘milagro’ durante la pasada campaña y que ahora, con Luis Franco repitiendo en el banquillo, incluso la están mejorando.
Bienvenido Gallego, su eficaz presidente, sabe que le queda poco tiempo de pasarlo mal. Todas sus miradas están puestas en ese campo de césped al que no van a faltar detalles para que su afición se sienta más orgullosa que nunca de esta histórica Deportiva Minera.
