“Los menores deben tener una protección especial. La aplicación de la ley es mucho más estricta ante cualquier sanción. Es una práctica que ya se lleva a cabo en algunas federaciones territoriales con buen resultado”, señala Luis Medina Cantalejo, presidente del CTA.
“Se producen más de 100 agresiones a los árbitros anualmente y más de un 10% es a menores de edad. Se trata de proteger a la parte más sensible que son los menores”, apunta Antonio Rubinos, adjunto a la presidencia del CTA.
“Estamos preocupados pero activos en buscar soluciones. Los árbitros son indispensables, sin árbitros no hay fútbol. Y para que haya árbitros debe haber un respeto absoluto y más cuando son menores de edad”, concluye el máximo responsable del arbitraje de la RFEF.