6 de septiembre de 2010, 2:00
Edgar Fornós
Es un filial, pero se pasea con ritmo de primer equipo. El Barça B manda sobre el césped, presiona en todo momento ahogando al rival e impone su filosofía. Una idea de fútbol que cada vez más recuerda al equipo de Guardiola.
El Barça B ha aterrizado a la División de Plata sin ningún tipo de complejo. Sólo dos partidos le han hecho falta para dejar boquiabiertos a los otros 21 equipos de la categoría, así como todos los aficionados. El filial azulgrana juega con una comodidad increíble, no se asusta ante ningún rival y ofrece un ritmo de juego altísimo. Es decir, del mismo modo que el primer equipo camina por la Primera División.
Un modelo que funciona
El esquema de juego que presenta habitualmente el filial azulgrana es un 4-3-3, es decir, cuatro defensas en línea, un pivote y dos interiores en el centro del campo y tres delanteros, dos abiertos a las bandas y uno en el centro. Un dibujo que, como hace el conjunto de Guardiola, puede modificarse si el partido lo pide, y así se pasa a jugar con dos pivotes, un media punta con dos alas en las bandas y un único delantero centro.
Los dobles del B
El hermano menor cada vez se parece más al grande. Basta con mirar a cada línea de juego para ver un doble en el Barça B de los jugadores del primer equipo.
Una pareja de centrales calcada
Sergi Gómez y Andrés Fontàs actúan en el eje de la defensa con la seguridad, experiencia y contundencia con que la que lo hacen Puyol y Piqué. A la vez que tratan de rechazar el peligro de los contrarios tratan de sacar el balón con criterio para comenzar la jugada.
Montoya, correcaminos en la banda
Si el Camp Nou se anima habitualmente con las múltiples carreras por la banda derecha que ofrece Dani Alves, el Miniestadi deberá empezar a acostumbrarse a ver un nuevo correcaminos de la banda: se trata del lateral Martín Montoya, que defiende tan bien como ataca.
Solidez en medio del campo
Con Oriol Romeu haciendo de Sergio Busquets y un Jonathan dos Santos emulando a Xavi Hernández, el Barça B se asegura tener muy bien cubiertas unas posiciones muy importantes en el césped, el pivote defensivo y el cerebro del equipo.
Goles asegurados
El delantero referencia del Barça B Jonathan Soriano dispara con la misma habilidad y eficacia con que habitualmente lo hacen Villa o Messi. Soriano, máximo goleador del equipo la temporada pasada, ya se ha estrenado este año contra el Xerez.
"No me sorprende este inicio"
El arranque del Barça B ha sorprendido a la mayoría, salvo quien posiblemente conoce mejor este equipo, su entrenador Luis Enrique Martínez: "No me sorprende nada haber empezado así, ya que tengo la suerte de contar con un grupo de futbolistas de una gran calidad que implican al cien por cien y que tienen una enorme ambición por ganar. "
Los medios no le pierden la pista
El paso de Segunda B a Segunda A y un juego excepcional hace que los partidos del filial azulgrana generen siempre una gran multitud de medios de comunicación. Ante el Xerez se pudo comprobar. Una situación poco habitual, hasta ahora, pero a la que los jugadores se han habituado perfectamente. Un estímulo más para un equipo que engancha.
Es un filial, pero se pasea con ritmo de primer equipo. El Barça B manda sobre el césped, presiona en todo momento ahogando al rival e impone su filosofía. Una idea de fútbol que cada vez más recuerda al equipo de Guardiola.
El Barça B ha aterrizado a la División de Plata sin ningún tipo de complejo. Sólo dos partidos le han hecho falta para dejar boquiabiertos a los otros 21 equipos de la categoría, así como todos los aficionados. El filial azulgrana juega con una comodidad increíble, no se asusta ante ningún rival y ofrece un ritmo de juego altísimo. Es decir, del mismo modo que el primer equipo camina por la Primera División.
Un modelo que funciona
El esquema de juego que presenta habitualmente el filial azulgrana es un 4-3-3, es decir, cuatro defensas en línea, un pivote y dos interiores en el centro del campo y tres delanteros, dos abiertos a las bandas y uno en el centro. Un dibujo que, como hace el conjunto de Guardiola, puede modificarse si el partido lo pide, y así se pasa a jugar con dos pivotes, un media punta con dos alas en las bandas y un único delantero centro.
Los dobles del B
El hermano menor cada vez se parece más al grande. Basta con mirar a cada línea de juego para ver un doble en el Barça B de los jugadores del primer equipo.
Una pareja de centrales calcada
Sergi Gómez y Andrés Fontàs actúan en el eje de la defensa con la seguridad, experiencia y contundencia con que la que lo hacen Puyol y Piqué. A la vez que tratan de rechazar el peligro de los contrarios tratan de sacar el balón con criterio para comenzar la jugada.
Montoya, correcaminos en la banda
Si el Camp Nou se anima habitualmente con las múltiples carreras por la banda derecha que ofrece Dani Alves, el Miniestadi deberá empezar a acostumbrarse a ver un nuevo correcaminos de la banda: se trata del lateral Martín Montoya, que defiende tan bien como ataca.
Solidez en medio del campo
Con Oriol Romeu haciendo de Sergio Busquets y un Jonathan dos Santos emulando a Xavi Hernández, el Barça B se asegura tener muy bien cubiertas unas posiciones muy importantes en el césped, el pivote defensivo y el cerebro del equipo.
Goles asegurados
El delantero referencia del Barça B Jonathan Soriano dispara con la misma habilidad y eficacia con que habitualmente lo hacen Villa o Messi. Soriano, máximo goleador del equipo la temporada pasada, ya se ha estrenado este año contra el Xerez.
"No me sorprende este inicio"
El arranque del Barça B ha sorprendido a la mayoría, salvo quien posiblemente conoce mejor este equipo, su entrenador Luis Enrique Martínez: "No me sorprende nada haber empezado así, ya que tengo la suerte de contar con un grupo de futbolistas de una gran calidad que implican al cien por cien y que tienen una enorme ambición por ganar. "
Los medios no le pierden la pista
El paso de Segunda B a Segunda A y un juego excepcional hace que los partidos del filial azulgrana generen siempre una gran multitud de medios de comunicación. Ante el Xerez se pudo comprobar. Una situación poco habitual, hasta ahora, pero a la que los jugadores se han habituado perfectamente. Un estímulo más para un equipo que engancha.
