30 de junio de 2012, 20:00
El presidente de la entidad, José Antonio Muñoz, se ha trasladado a Madrid para saldar en la sede de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) una deuda de 220.000 euros que el club mantenía con ocho jugadores de la temporada 2009-10 y otros nueve de la 2010-11, que habían presentado ante la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) denuncias por impago.
La mayoría de estas deudas se debían a la falta de acuerdo entre el club y los futbolistas para la liquidación de los contratos.
De hecho, la cantidad total de la deuda se ha visto sensiblemente reducida al haber estimado las alegaciones del club ceutí la Comisión Mixta de la RFEF -en la que están representados los equipos y la AFE-, que se encarga de la tramitación y resolución de las denuncias por impago de los clubes de Segunda División B.
El plazo que tienen los clubes para saldar las deudas con la AFE acaba hoy, por lo que el equipo ceutí queda a salvo de cualquier peligro de descenso por impagos.
La mayoría de estas deudas se debían a la falta de acuerdo entre el club y los futbolistas para la liquidación de los contratos.
De hecho, la cantidad total de la deuda se ha visto sensiblemente reducida al haber estimado las alegaciones del club ceutí la Comisión Mixta de la RFEF -en la que están representados los equipos y la AFE-, que se encarga de la tramitación y resolución de las denuncias por impago de los clubes de Segunda División B.
El plazo que tienen los clubes para saldar las deudas con la AFE acaba hoy, por lo que el equipo ceutí queda a salvo de cualquier peligro de descenso por impagos.
