10 de abril de 2013, 19:51
A propósito de la inmediata salida a Almería para defender el liderato recuperado ante el Jaén, hace doce años los albinegros, encuadrados en el grupo IV de Segunda B, acudieron a terreno almeriense a disputar la primera jornada de la Liga y lograron empatar (1-1) en el terreno de juego con mucho trabajo.
Mas días después la reclamación de los almerienses ante la Federación, por alineación indebida del jugador Dani dio resultado y a los visitantes les dieron por perdido el encuentro por 3-0. Dura manera de arrancar una competición.
En Cartagena todo el mundo futbolístico se echaba las manos a la cabeza. ¿Cómo era posible que un equipo profesional perdiese un partido por alineación indebida? El club contaba con buenos sabuesos en el tema de la dirección administrativa y gerencial, con el experto Carlos Conesa -fallecido hace diez años- y Florentino Manzano, hoy presidente del Cádiz. Parecía imposible cometer un error de ese calibre. Sucedió y lo explicaré.
DANI RUIZ NI SE ENTERÓ
Dani Ruiz, defensa central alicantino que ya había jugado en etapa anterior en el Cartagena entre 1991 y 1994, fue contratado en el verano de 2001 procedente del Benidorm y allí le quedó pendiente de cumplir un partido de sanción.
Al llegar al club cartagenero Dani no advirtió esa circunstancia y el jugador debutó en la jornada inicial del campeonato. La secretaría técnica del Almería conocía este detalle y una vez que fue un hecho consumado hizo consignar en el acta la reclamación formal. Una reclamación que fue atendida y aquel empate (1-1) se convirtió en un adverso 3-0.
A posteriori Dani fue abroncado por no comunicar su situación a tiempo, y la respuesta del catalán fue que no se acordaba de que tenía pendiente un partido de suspensión. Todos los recursos planteados por el Cartagonova (era en la entrada previa a la llegada de Oliver) de nada sirvieron. El error fue manifiesto. No se podía alegar ignorancia...aunque sí fueron unos ignorantes los dirigentes del equipo.
Fue un doble error: de Dani Ruiz, en primera instancia, y después del club albinegro que en veranod debió pedir un listado a la Federación respecto a todos los jugadores pendientes de cumplir sanción. El Almería sí lo hizo y estaba con las uñas afiladas esperando la pifia del rival. Y ganó el partido en los despachos por aquel claro 3-0.
