4 de septiembre de 2010, 2:00
Calero ha indicado que "lo único malo es que va acompañado de un fuerte golpe en el hueso", por lo que "hasta que el dolor por ese golpe no pase, no se podrá comenzar la rehabilitación", aunque no ha escondido su alivio por el diagnóstico, ya que se temió una lesión peor cuando Molina hubo de ser suplido anoche, en el partido de Copa ante el Salamanca.