8 de julio de 2009, 2:00
Mala situación la del Atlético Ciudad en una etapa en la que tendría que tener resuelta su inscripción para participar en la próxima competición. Los problemas económicos, con una carga de más de 800.000 euros colocan al club en riesgo de no poder seguir.
Las deudas alcanzan a una treintena larga de personas. Al dueño Edevasto Lifante no le falta buena voluntad pero el club se deshace como azucarillo en vaso de agua y las ayudas institucionales no podrán resolver el problema. Incluso el director general Paco Belmonte, conocido periodista deportivo antes de aceptar una sabrosa oferta de Lifante, tuvo que abandonar el barco después de un trabajo ímprobo nunca recompensado en su justa medida.
Sin localidad en la que pueda estar ubicado y sólo con el entusiasmo de unos seguidores que antes lo fueron del Ciudad de Murcia, el Atlético Ciudad comenzó a morir un poco cuando perdió la plaza para la fase de ascenso que parecía tener asegurada.
Las deudas alcanzan a una treintena larga de personas. Al dueño Edevasto Lifante no le falta buena voluntad pero el club se deshace como azucarillo en vaso de agua y las ayudas institucionales no podrán resolver el problema. Incluso el director general Paco Belmonte, conocido periodista deportivo antes de aceptar una sabrosa oferta de Lifante, tuvo que abandonar el barco después de un trabajo ímprobo nunca recompensado en su justa medida.
Sin localidad en la que pueda estar ubicado y sólo con el entusiasmo de unos seguidores que antes lo fueron del Ciudad de Murcia, el Atlético Ciudad comenzó a morir un poco cuando perdió la plaza para la fase de ascenso que parecía tener asegurada.
