sábado. 27.04.2024

Vino Paco, se irá el señor Belmonte

Esta semana he esperado un poco más en compartir mis impresiones porque cada día que pasa parece que sucederá siempre algo nuevo. Se vive una época convulsa en el club que empieza a dejar entrever que, realmente, el rey está desnudo. Pero es que el rey ha cambiado mucho desde que llegó

.Es obvio que la figura de Paco Belmonte vive una crisis de opinión generalizada en el entorno del club. Hasta ahora contaba mayoritariamente con el crédito de la afición, ganado en base al buen hacer deportivo del equipo. A nadie se le escapa que en Segunda B el Cartagena era gallito, jugaba play off de ascenso año tras año y se quedó a segundos de subir en Majadahonda en 2018 y lo culminó un par de años más tarde, con una inédita dosis de suerte dadas las circunstancias pandémicas que lo acompañaron.

Tras el ascenso, el equipo (casi) siempre ha jugado bien y en las últimas temporadas hasta se ha salvado con solvencia. Sin embargo, el hecho de que la pelotita haya dejado de entrar en la otra portería para empezar a entrar en la tuya no es lo único que ha hecho virar la opinión en tu contra. Y es que la primera época de Paco Belmonte en el club es bien distinta a la actual. En ánimos, en predisposición, en claridad, en transparencia.

Paco Belmonte antes de que arrancase el partido, hablando por teléfono. Foto RAUL VELASCO
Paco Belmonte antes de que arrancase un partido, hablando por teléfono. Eran sus buenos tiempos, que se dejaba ver. Foto RAUL VELASCO

Cuando se hizo cargo de la gestión de la entidad aquí llegó Paco, y eso lo he vivido de cerca.Paco era capaz de verte en un entrenamiento (eran a puerta abierta) y sentarse a tu lado para empezar a charlar de todo un poco. Te contaba sus planes con el equipo, intercambiaba opiniones sobre los últimos partidos, incluso se atrevía a preguntarte qué harías tú en su situación. Y no solo con la prensa, sino con los aficionados también. No era extraño verle hablando con seguidores en la puerta de las oficinas o la cantina del Cartagonova, y comparecía asiduamente en ruedas de prensa o tertulias. Todo tenía un punto de familiaridad y normalidad que le hizo ganarse el apoyo de mucha gente, porque además los resultados le acompañaban.


Está claro que ese nivel de cercanía es muy difícil - y seguramente poco recomendable - de mantener en el tiempo. Pero se ha pasado de un extremo a otro

Paco ha mutado en el señor Belmonte, ha pasado a un plano oscuro y su exposición ha bajado drásticamente. Ahora es mucho más difícil encontrarle charlando con periodistas o aficionados (cuando digo ahora me refiero a en los últimos tiempos, porque precisamente ahora con gente esperándole para increparle tras el partido sí que es imposible). Ha envuelto todo en un halo de secretismo que le está haciendo daño a él, a sus planes, a su futuro y a su continuidad. Sé que este proceso se inició por recomendación médica tras una serie de situaciones que vivió, pero se le fue un poco de las manos. Es ahora cuando más se necesita que despeje dudas y ofrezca certezas a las que agarrarse a los aficionados.
Sin embargo, el proceso está ahí. Pase lo que pase, a Cartagena llegó Paco, y de Cartagena se irá el señor Belmonte.

Vino Paco, se irá el señor Belmonte
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