domingo. 28.04.2024

Un acto de fe

Una vez vista, asumida e interiorizada la entrevista a Paco Belmonte en La 7, creo que se pueden calificar sus argumentos en dos grandes grupos: los opinables, y los actos de fe.

Paco Belmonte, tras meses de mutismo y de asumir un segundo plano en el que nunca se ha prodigado, ha vuelto a salir a la palestra en una entrevista a Juan Cervantes, en La 7, la televisión autonómica. No esperes que ahora vaya a hacer un resumen de la misma, pues seguramente a estas alturas ya la habrás podido ver, con lo cual tendrás tu opinión bien formada. No quiero ser yo el que venga a cambiarla.

Pero sí hay un apunte que me parece interesante. Y es que creo que los argumentos que dio se pueden dividir en dos grandes grupos. Por un lado, están aquellos que son opinables, y en los que puedes estar o no de acuerdo con él. Por ejemplo, cuando asume que se equivoca, y se pone en el centro de la responsabilidad, pero acto seguido empieza a repartirla entre los entrenadores y, sobre todo, los jugadores. Es obvio que los que están en el césped tienen gran parte de culpa de lo que sucede, pues hay jugadores que no llegan al nivel de la categoría y otros tantos que no están demostrando la categoría esperada.

belmonte
Belmonte

Ahí se puede estar de acuerdo en la apreciación, pero en desacuerdo en la manera de expresarlo, pues no creo que a la plantilla – que al fin y al cabo son los que tienen que sacar al equipo de ahí – le haya gustado escuchar esas palabras públicamente de parte de su presidente. Además, no vale con decir que “hay jugadores en un nivel muy bajo”, pues la selección de esos futbolistas es suya, y es trabajo de la autodenominada “mejor comisión deportiva de la historia” conocer el estado de los fichajes que vas a traer. No vale con escudarte en “hemos hecho lo mismo de siempre, el trabajo es igual”. En este caso, la confección de la plantilla es deficitaria, y eso es responsabilidad directa suya.

Aunque entiendo que tú, querido lector, puedas estar de acuerdo con él y ponderes su trabajo con indulgencia. Ok. Sin embargo, hay otros argumentos donde no cabe la opinión, y en los que creerse las explicaciones de Paco Belmonte se convierte en un acto de fe. Y hay dos temas troncales ahí: la propiedad y la deuda. En esos dos asuntos no caben las opiniones, sobre todo porque hay documentos de por medio, accesibles y por todos conocidos.

Belmonte/Foto: SCT
Belmonte/Foto: SCT

En uno de esos documentos pone claramente que el 100% de las acciones del club son de Duino Inversiones y que, a su vez, la propiedad de Duino se reparte entre un 15% para Paco Belmonte y un 85% para Fernando Carreño Luque, a quien nadie de los aficionados ponemos cara. Belmonte alude a “acuerdos privados” entre el propio Carreño y él para asegurar que el 100% del club es suyo. Unos acuerdos no elevados a público y que no va a enseñar porque se trata de sus “finanzas privadas”. No creo que nadie quiera que Belmonte muestre sus cuentas a la afición, pero sería idóneo que aportara soporte documental a sus explicaciones en un asunto tan delicado para el club.

Otro asunto donde los papeles contradicen la versión ofrecida por el presidente es el de la deuda. Yo no soy economista – bastante tengo con sacar adelante las finanzas de mi negocio y de mi casa cada mes – pero sí he leído análisis de las cuentas de los últimos ejercicios del club, publicadas en la web del propio Cartagena y accesibles para todos a golpe de clic. Y en dichas cuentas no aparece “una deuda residual”, como defendió Belmonte.

El préstamo CVC de La Liga Impulso, o las aportaciones realizadas a nivel particular no deja de ser dinero que el club debe, que se contabiliza como tal y que, en algún momento hay que aportar. Además, dejó sin contestar la gran pegunta económica del club, que se entrelaza con la situación deportiva: si la deuda es residual, ¿por qué La Liga te ha recortado drásticamente la masa salarial para esta temporada? Eso solo se hace tras varios años dando pérdidas, por lo que ni es residual ni es algo que haya surgido como un imprevisto, de la noche a la mañana.

Más allá de que estés de acuerdo con la gestión de Paco Belmonte en líneas generales, más allá de que ponderes la trayectoria deportiva y social del club durante su mandato, e incluso más allá de que te caiga mejor o peor a nivel personal, creo que es bueno que asuntos tan delicados no se conviertan en un acto de fe. Creedme, porque yo os lo digo.

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